- Ivanov- Usted, mi querido amigo, terminó su carrera solo el año pasado y es joven y vigoroso, en tanto que yo tengo treinta y cinco años. Tengo pues, derecho a darle consejos. No se casi ni con una judía, ni con una neurótica, ni con una marisabidilla. Escoja a alguien común y corriente, sin distinción ni brillo, que no haga ruido innecesario. Y, hablando en términos generales, construya su vida según una pauta convencional. Cuanto más gris y monótono sea el trasfondo, mejor. No trate de luchar contra la multitud sin ayuda de nadie; no arremeta contra molinos de viento, no dé cabezadas contra la pared…
- Sásha- Hay muchas cosas que los hombres no comprenden. A cualquier muchacha le atrae más un hombre fracasado que uno que ha tenido éxito, porque lo que busca es un amor activo… ¿entiendes? Amor activo. Los hombres están absortos en su trabajo, y por eso mismo, el amor ocupa para ellos un segundo o tercer plano. (…) Pero para nosotras el amor es la vida. Yo te quiero, lo que significa que sueño con cómo curarte de tu melancolía, con cómo iría contigo al fin del mundo… (…) Cuanto mayor es el esfuerzo, tanto mayor es el amor, o sea, se siente con más fuerza, ¿entiendes?
martes, 13 de julio de 2010
Ivánov – Anton Chéjov
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario