jueves, 2 de septiembre de 2010

La noche no tiene paredes - J.M. Caballero Bonald

TIEMPO DE LOS ANTíDOTOS

La edad me ha ido dejando

sin venenos, malgasté en mala hora

esa fortuna,

¿qué más puedo perder?

Llega el tiempo ruin de los antídotos.

Materia devaluada, la aventura

disiente de ella misma y se aminora.

Ya sólo quedan rastros de peligros,

una zona prohibida apenas frecuentada,

la pauta exigua de lo inconfesable,

cierto amago fugaz de furia y desacato.

La osadía de bordes delictivos,

los deseos gastados

en los bruscos dispendios de la infidelidad,

la virtud y su inercia depravada,

el amor consumiéndose

como un licor impuro, la excitante

trastienda de la noche,

¿qué se hicieron?

Los años, ay de mí, me han desmentido.


VIVIR MIRÁNDOTE

En tus ojos un mapa vaticina

el futuro,

bajíos, gozos altos, hondas

grietas, un lodazal, Dios mío,

de espantosa vorágine

y aquella

puerta abierta para entrar

donde estaba esperando

el cuerpo más desnudo de la noche.

Una ventana al tiempo son tus ojos,

me hablan siempre de ti y me restituyen

de todo lo pasado antes de que pasara.

¿Qué habría sido de mí sin esas donaciones

consoladoras de tus ojos? ¿Cómo

habría yo podido sustraerme

a la evidencia de saber que he vivido

porque estaba mirándote?


EL CORAZÓN DE LAS TINIEBLAS

(…)

Esa atroz dependencia del pasado

donde se perpetúa

el corazón de las tinieblas


DESAPRENDIZAJE

El ruido del hielo contra el cristal

del vaso reproduce una flagrante

continuidad de indicios

taciturnos, de recuerdos

que los días han ido malgastando

entre remisas decepciones (…)


DE LAS FIGURACIONES NOCTURNAS DE LA MAR

La mar nocturna tiene

palpitación de pubis y un lento imán de cueva

en la mirada, te atrae y te repele juntamente

como un dios tornadizo.

Nada más verdadero que ese engaño

que la naturaleza brinda al navegante (…)


CUERPO DESNUDO YA NO TE CONOZCO

Cuerpo desnudo, ya no te conozco,

llegas de lejos y desentendido,

te acercas con despacio

¿desde dónde?,

permaneces inmóvil frente a mí

y ya no te conozco (…)


VENGO DE UNA PALABRA

Vengo de una palabra y voy a otra

errática palabra y soy esas palabras

que mutuamente se desunen y soy

el tramo en que se juntan

como los bordes negros del relámpago

y soy también esas beligerancias de la vida

que proponen a veces una simulación de la verdad.

Semejante a la noche, vengo

del negro y voy al blanco y busco

dispensarme de mí con ese blanco y nunca

llego a ser lo que yo más deseo:

esa palabra suficiente que precede a la última.


Únicamente soy / mi libertad y mis palabras


DEVOLUCIONES

La vida a veces tiende a desandar

sus parajes más arduos

y llega de improviso hasta la última

frontera de la evocación

y allí mismo emplaza

su tribunal, te pide cuentas de tus actos.

¿Eres aquel que un día

anduvo por los bordes más broncos de la noche

emulando el albur del errabundo,

buscando al que usurpó su propia historia?

Los mandamientos fúnebres del tiempo

propagan sus usuras por los desvencijados

conductos de la sinrazón

y así vas constatando

las últimas devoluciones de la vida.


ULTRAQUERENCIAS

Temor de estar perdido y de tener

que convivir con esos mentecatos

que beben a buchitos

su triste taza de preservación, detestan

las amenas erratas de la vida,

practican tenebrosas

religiones, deportes deplorables

y hablan,

hablan,

hablan a todas horas

de esa historia que desde siempre ocurre

intramuros de la banalidad.

¿Es que ya nadie se da cuenta

de los defectuosos, los bruscos, los horrendos

trances de ultraquerencias que aún tienen que venir?


LA INTRANQUILIDAD DEL DEBER CUMPLIDO

Dichoso aquel que una mañana

de repente

se aparta del camino que anduvo cada día

durante muchos años hasta el inapelable

distrito del deber.

¿Qué lo hizo abdicar:

la misma inoperancia de la inercia,

el tedio repetido como una despiadada

devastación, la enmohecida

distancia entre los majaderos y sus cárceles?

¿Eligió sin querer lo menos

predecible, es decir, lo más justo?

Dichoso aquel que un día desanduvo la vida

hasta alcanzar la paz de lo no aconsejable.


MODIFICACIÓN

(…) Hacia el futuro avanza lo uniforme,

en el presente se materializa

lo que me diferencia de los otros.


CONTRASENTIDO

(…) La luz empieza donde está apagándose,

el deseo de ver te hace más ciego.


PÉRDIDA DE TIEMPO

La única estrategia que puede más que el tiempo

es conseguir pederlo impunemente


LA GRAN CERTEZA

Qué palabra inhumana la palabra certeza (…)


RECUENTO

(…) Vivir es ir dejando atrás la vida.


ELOGIO DE LA LOCURA

(…) Quien mira al firmamento elige la locura.


PRESTIGIO DE LA DUDA

Me basta con saber que la certeza

es un perecedero trasunto de la fe,

me basta con saberlo y con la perentoria

convicción de la duda,

para aspirar a ser retribuido

de tantos deficientes barruntos

de verdades.

No me hace falta más

para creer al menos que no miento.


NO ME CONOZCO

Confín de la memoria donde

se han ido decantando los secretos

personales, las estrofas calladas

de la vida, tantos deseos

innombrados, ¿en qué recodo

del presente se alojarán por fin

esos incompatibles

desacuerdos con la realidad

que me darán a conocer un día a quien yo soy?

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