- Voinítski- ¡Era un hombre de personalidad subyugante que no subyugaba a nadie! Personalidad subyugante… ¡No podría usted soltar un chiste más pernicioso! Tengo ahora 47 años. Hasta el año pasado traté deliberadamente de ponerme una venda en los ojos -lo mismo que usted hace con ayuda de esa literatura barata- para no ver la vida real. Y creía que lo que hacía estaba bien. Pero ahora, ¡si usted supiera! No pego ojo en toda la noche del disgusto y el encono que siento por haber malgastado tan tontamente el tiempo, cuando hubiera podido tener todo lo que ahora no puedo tener por ser viejo.
- Día y noche... me sofoca la idea de que he malgastado mi vida sin remedio. No tengo un pasado- todo él lo he derrochado tontamente en fruslerías-y el presente me aterra por lo absurdo...
- Yeléna- Usted, Iván Petróvich, que es hombre culto e inteligente, debiera comprender, creo yo, que el mundo está siendo destruido, no por el incendio y el pillaje, sino por el odio, por la inquina y por todas estas querellas mezquinas… Lo que debiera usted hacer, en vez de rezongar, es poner a la gente en paz….
- Ástrov- Una mujer puede llegar a ser amiga de un hombre en tres etapas: primero como conocida, luego como amante y sólo después de eso como amiga.
- Yeléna- No debes mirar así a la gente. No te cuadra bien. Es preciso creer a todos; de lo contrario es imposible vivirYeléna- ¿Y sabes qué significa el talento? Valentía, libertad de pensamiento, anchura de miras…
martes, 13 de julio de 2010
Tío Ványa – Anton Chéjov
La Gaviota – Anton Chéjov
- Sórin- ¿Saben ustedes? Voy a darle a Kóstya un asunto para una novela. Debiera llevar el título de El hombre que quiso. L’homme qui a voulu. Hace tiempo, en mi juventud, quise ser literato… y no lo fui. Quise ser buen orador… y hablaba detestablemente
- Dorn- El miedo a la muerte es un miedo animal… y es preciso suprimirlo. Sólo los que creen en la vida eterna tienen miedo consciente a la muerte, porque temen que serán castigados por sus pecados.
- Treplyóv- ¡Qué fácil es ser filósofo por escrito, doctor, y qué difícil es serlo en la vida real!
Ivánov – Anton Chéjov
- Ivanov- Usted, mi querido amigo, terminó su carrera solo el año pasado y es joven y vigoroso, en tanto que yo tengo treinta y cinco años. Tengo pues, derecho a darle consejos. No se casi ni con una judía, ni con una neurótica, ni con una marisabidilla. Escoja a alguien común y corriente, sin distinción ni brillo, que no haga ruido innecesario. Y, hablando en términos generales, construya su vida según una pauta convencional. Cuanto más gris y monótono sea el trasfondo, mejor. No trate de luchar contra la multitud sin ayuda de nadie; no arremeta contra molinos de viento, no dé cabezadas contra la pared…
- Sásha- Hay muchas cosas que los hombres no comprenden. A cualquier muchacha le atrae más un hombre fracasado que uno que ha tenido éxito, porque lo que busca es un amor activo… ¿entiendes? Amor activo. Los hombres están absortos en su trabajo, y por eso mismo, el amor ocupa para ellos un segundo o tercer plano. (…) Pero para nosotras el amor es la vida. Yo te quiero, lo que significa que sueño con cómo curarte de tu melancolía, con cómo iría contigo al fin del mundo… (…) Cuanto mayor es el esfuerzo, tanto mayor es el amor, o sea, se siente con más fuerza, ¿entiendes?
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