lunes, 26 de marzo de 2012

El loro de Flaubert - Julian Barnes

¿No será que la forma más segura de placer, es el placer de la ilusión? ¿Acaso hay alguien que necesite irrumpir en el desolado desván del cumplimiento?

Soy como los cigarros: para encenderme hay que chupar fuerte

Hay personas que tienen el corazón blando y el alma dura. Yo, por el contrario, tengo el alma blanda y el corazón áspero. Soy como un coco, que guarda su leche encerrada bajo varias capas lechosas. Para abrirlo hace falta un hacha ¿y qué es lo que te encuentras a menudo? Una especie de leche pasada.

Todo esto son ideas feas, y confío poco frecuentes en mi.

"El mayor sueño de la democracia consiste en elevar al proletariado hasta el nivel de estupidez de la burguesía" escribió Flaubert.

A veces el pasado es como un cerdo engrasado; a veces como un oso en su guarida; y a veces el simple vislumbre de un loro, un par de ojos guasones que te miran centelleantes desde el bosque.

Una vez dijo que para ser feliz había que cumplir tres requisitos previos -ser estúpido, ser egoísta, y gozar de buena salud- y que él no estaba seguro de cumplir más que el segundo. Él quería creer que la felicidad es imposible; esta creencia le proporcionaba cierto extraño consuelo.

La tristeza es un vicio.

El orgullo hace que anhelemos encontrar soluciones: soluciones, objetivos, causas finales; pero cuanto más se perfeccionan los telescopios, más estrellas aparecen.