domingo, 24 de abril de 2011

Vida de Rainer Maria Rilke: La belleza y el espanto - Antonio Pau

Deja que todo te suceda: la belleza y el espanto (El libro de las horas)
Mira los amantes: acaban de conocerse y qué pronto se mienten (Los apuntes de Malte Laurids Brigge)

Apágame los ojos y te seguiré viendo,
Cierra mis oídos, y te seguiré oyendo,
Sin pies te seguiré,
Sin boca continuaré invocándote.
Arráncame los brazos, te estrechará
Mi corazón, como una mano.
Párame el corazón, y latirá mi mente.
Lanza mi mente al fuego
Y seguiré llevándote en la sangre
(el libro de las horas)

No puedes esperar que vaya Dios a ti
Para decirte: Existo.
Un Dios que revelara su fuerza
No tendría sentido.
Debes saber que Dios te atraviesa
Como un sople, desde el origen.
Y si arde tu corazón, y nada se percibe,
Entonces es que actúa dentro de ti.
(Para festejarme)

Vecino Dios, si a veces te molesto
Con duros golpes en las noches largas,
Es porque apenas te oigo respirar
Y sé que siempre estás solo en tu cuarto.
Y si algo necesitas, y no hay nadie
Que te acerque un sorbo hasta la boca:
Yo te escucho siempre. Hazme una señal.
Estoy muy cerca.
(el libro de las horas)

¿Qué vas a hacer, Señor, cuando yo muera?
Yo soy tu cántaro (¿y cuando me rompa?)
Yo soy tu bebida (¿Y cuando me vierta?)
Yo soy tu vestidura, soy tu oficio,
Conmigo pierdes tú sentido.
Después de mí no tendrás casa en la que
Te saluden palabras íntimas y cálidas…
(…) ¿qué harás Señor, entonces? Tengo miedo.
(el libro de las horas)

La soledad es como la lluvia,
porque sube del mar y avanza hacia la noche.
De llanuras lejanas y perdidas
sube hasta el cielo, que siempre la recoge.
Y sólo desde el cielo cae en la ciudad.

Llueve soledad en horas indecisas
cuando todas las sendas apuntan hacia el día
y cuando los cuerpos, que no encontraron nada,
se apartan unos de otros, defraudados y tristes;
y cuando los seres que mutuamente se odian
deben dormir juntos en una misma cama.

Entonces la soledad se arrastra con los ríos
(Soledad - El libro de las imágenes)

Mira: así es la muerte en la vida. Una y otra
se cruzan como en una alfombra.
Los hilos corren, y lo que resulta
es sólo un dibujo, visto desde fuera.
Cuando alguien muere, eso no es la muerte.
Muerte es cuando alguien vive sin saberlo.
Muerte es cuando alguien no puede ni morirse.
Muerte es muchas cosas que no pueden ni siquiera enterrarse.
En nosotros es diario el morir y el nacer,
y nosotros vivimos distraídos,
igual que la naturaleza no se detiene sobre uno y otro,
y sobre ambos discurre, sin tristeza,
sin interés siquiera. Pena y gozo
son hilos, sólo hilos, para quien nos mira.
(La princesa blanca - El libro de las imágenes)

"Dios no es decible - Gott ist nicht sagbar", para Rilke la relación del hombre con Dios es sentimiento, no creencia y menos aún saber. Y sentimiento sin contenido, sentimiento puro. "Forzar el corazón a que crea que es verdad algo no tiene sentido". "Dios es una dirección dada al amor"

"A mi juicio el matrimonio no se trata de crear una rápida comunidad derribando y allanando todas las barreras, sino que, por el contrario, creo que el buen matrimonio es aquel en que cada uno de los cónyuges se convierte en custodio de la soledad del otro, demostrándole todo momento que es acreedor a la máxima confianza. Una identificación o fusión entre dos personas es imposible, y si en algún caso se da, se produce una limitación del pleno desenvolvimiento y libertad de una parte o de ambas".

Yo tengo muertos, y los dejé ir,
y estaba sorprendido de verlos tan serenos,
tan pronto acostumbrados a estar muertos, a quedarse quietos,
tan ajenos a lo que era su destino. Pero tú no, tú vuelves,
vuelves siempre; me rozas, me rondas, quieres
chocar con algo que resuene a ti,
que te revele.
(Elegía a Paula Modersohn-Becker)

(...)
¿Y nosotros? ¿Sabes tú acaso de dónde procedemos?
oh, nuestros caminos son como el bosque y la noche.
¿Quién sabe nuestro origen, nuestra edad y riqueza?
Las llamas, temerosas y débiles, que llevan nuestras lámparas
no iluminan si quiera las figuras

-menos aún el largo recorrido del camino-

Y esto es vivir: no conocer a nada ni a nadie,
verlo todo, temblar, no entender nada, -
y arder un rato con la luz más clara
como arde una vela entre gentes extrañas.
(poema a clara)

El consejo que da Rilke es sutil: ahonde en sus preguntas. Toda pregunta que el hombre se hace a sí mismo lleva en su entraña una respuesta. No se trata de eludir esa respuesta, sino de buscarla en la pregunta misma. "Intente encariñarse con las preguntas mismas, como si fuesen habitaciones cerradas o libros escritos en un idioma muy extraño. No busque de momento las respuestas que necesita. No le pueden ser dadas, porque usted no sabría vivirlas aún. Y se trata precisamente de vivirlo todo. Viva usted ahora sus preguntas. Quizá luego, sin darse cuenta, se vaya adentrando poco a poco en las respuestas, y un día lejano se encuentre con que ya las está viviendo también".

Mira los amantes:
apenas empiezan a hacerse confidencias
y ya se están mintiendo.

Tú haces mi soledad. Sólo yo puedo transformarte.
Eres un rato tú, luego un murmullo,
luego un perfume sin rastro.
Ay, en mis brazos lo he perdido todo,
pero tú sólo renacerás de nuevo:
porque nunca te he retenido, te conservo
weil ich niemals dich anhielt, halt ich dich fest.
(Los apuntes de Malte Laurids Brigge)

"Si este libro contiene amargos reproches, no están en absoluto dirigidos a la vida: al contrario, es la constatación continua de que es por falta de fuerza, por distracción y por errores heredados, por lo que nos perdemos casi enteramente las innumerables riquezas de aquí que nos han sido destinadas".

De ver pasar barrotes su mirada
se ha cansado tanto que no ve ya nada.
le parece que hubiera mil barrotes
y tras los mil barrotes ningún mundo. (...)
(la pantera - Nuevos poemas)

No sabemos nada de ese viaje al más allá,
que nada comparte con nosotros. No tenemos razón
para mostrar asombre, amor u odio
a la muerte, a la que una máscara
de trágico lamento deforma extrañamente.
(Experiencia de la muerte)

Los ojos me miran a través de los libros
se acostumbran a beber todo diluido
en lugar de morder el hueso de la realidad.
(en Venecia)

¿Quién si yo gritara, me oiría desde los coros
de los ángeles? Y si uno de repente me acercara
a su corazón: me desvanecería por su existencia
más fuerte. Porque lo bello no es otra cosa
que el comienzo de lo terrible, que podemos soportar,
que admiramos, porque serenamente desdeña
destrozarnos. Todo ángel es terrible.
(Elegías Duino)

...Ven cuando debas. Todo esto
llegará a través de mí hasta tu aliento.
Por ti lo he contemplado yo,
sin nombre, largo tiempo,
lo he mirado desde la pobreza
y lo he amado tanto como si tú no lo hubieses ya asumido.
(...)
porque hay algo en el aire oscuro
que te hace comprenderte, porque tú me olvidas,
porque tú no escuchas, porque eres una mujer:
cuando lo pienso, cuando pienso cuánta ternura
he sumergido en la sangre,
en la sangre silenciosa del corazón
de tantas cosas que he querido, sin estremecimiento...
(A la esperada)

¿Por qué andar cargando con cosas extrañas
sobre sí mismo, como quizá el portador
de un cesto del mercado, que se va cargando más y más,
y que fuera de otro, y no pudiera decir:
Señor, para qué este banquete?
(...)
Sea pétreo mi ánimo,
y la obra cotidiana del pastor me resulte posible;
(Trilogía Española)

¿Puedes tú imaginarte que desde hace años
viajo como un extraño entre extraños?
Y al fin tú me llevas hacia casa.
(Magda v. Hattingberg)

A todo ser lo abarca un solo espacio: el espacio
interior del universo. Quietas las aves vuelan
a través de nosotros. Oh, quiero crecer,
miro hacia fuera, y está en mí creciendo el árbol.

Me preocupo, y está la casa en mí.
Quisiera protegerme, y el cobijo está en mí.
Todo lo que he amado: en mí reposa
la imagen de la creación y se deshace en llanto.
(Munich)

Regreso: ¿a dónde? Los brazos duelen
y las miradas, todas, se equivocan.
Partir: ¿a dónde? Lo lejano está en el corazón
y la distancia te hace equivocarte
al tomar cualquier camino. ¿Qué nos queda?

Nada: sólo ser. (...)
(Heimkehr)

Pues la contemplación tiene una barrera.
Y el mundo contemplado
quiere crecer en el amor.
Ya has hecho la obra de la vista,
haz ahora la obra del corazón.
Con las imágenes que hay en ti prisioneras; pues tú
las dominaste, pero no las conoces
(Wendung)

Oh estrella precipitada en el abismo,
que una vez vi desde un puente:
no he de olvidarte nunca. ¡Siempre en pie!
(Der Tod)

Piensan que aún vivo, sólo porque me muevo,
y hace tiempo que vivo detenida en bronce
unida a ti en el bajorrelieve de Chagall
sobre nuestra cama de matrimonio, hecha de piedra.
(poema escrito por Claire Goll)

No dudes que tu infancia, esa inefable
fidelidad a lo celeste, no revocada por el destino
-incluso para el preso que se pudre en la oscura celda-,
ha velado maternalmente hasta el fin. Pues cuida
sin atenerse al tiempo, el corazón. Incluso al enfermo (...)
(Lass dir, dass Kindheit war...)

Carta latina de Petrarca, en la que el poeta toscano contaba su subida al monte Ventoso: lo que había descubierto, al subir a la cima, no era un gran paisaje, sino un hondo horizonte interior.

¿Quién nos ha hecho girar, para que siempre,
por más que hagamos, tengamos el gesto
del que se marcha? Igual que ése, en la
última colina que le muestra el valle entero,
se vuelve, se detiene, y se demora:
así vivimos, siempre en despedida.
(Octava Elegía)

Y nosotros, que pensamos en una alegría
ascendente, sentimos la emoción
que casi nos trastorna
cuando cae algo feliz.
(Décima Elegía)

"El sentido de mi trabajo ha consistido en testimoniar (...) la unidad entre la vida y la muerte. Reconocer y afirmar los dos aspectos del mundo: el sueño y la vigilia, la luz y la oscuridad, la voz y el silencio, la presencia y la ausencia. Todos esos contrarios aparentes coinciden en un punto, en un sitio, en un lugar en que cantan el himno de sus bodas. Y ese lugar es, de momento nuestro corazón. Manifestar la identidad de lo Espantoso y lo Radiante, de esas dos caras de una misma y divina cabeza, de esa única cara que no se divide sino a causa de las circunstancias de quien la mira"
La actitud ante el riesgo no debe ser la huida, sino la serena aceptación del riesgo "mantenernos es lo difícil"

Felicidad: gira fatigosamente sobre su propia rueda,
cansada, sin estar nunca totalmente dispuesta;
pero la alegría está pronta y florece al momento,
y nos hace adentrarnos en la primavera
(Guter Tag)

"Cuando se ama a una persona se desea siempre que se vaya, para poder soñar con ella". "El amor vive en la palabra y muere en las acciones"

Marina, cómo caen las estrellas y mueren en el cosmos.
No nos arrojemos a cualquier estrella y hagamos que sean aún más las caídas.
(Elegie a Marie Tsvietáieva)

En definitiva, ellos ya no nos necesitan, los que se han ausentado prematuramente:
se desacostumbra uno de lo terrenal, suavemente, como
a los dulces pechos de la madre. Pero nosotros
que tan grandes misterios necesitamos, y para quienes
tantas veces surge del dolor tan feliz avance, ¿podríamos existir sin ellos?
(Primera Elegía)

"En ningún lugar hay mundo más que dentro"
"Hay que ser valientes. Hay que ser valientes para lo más extraño, asombre e inexplicable que pueda ocurrir"
"Sólo quien esté hecho a todo, quien no excluya nada, ni aun lo más misterioso, viviará como algo real la relación con otro y dará profundidad a su propia existencia"

Para encontrar a Dios hay que ser feliz
porque los que con angustia lo inventan
van muy rápido y buscan poco
la intimidad de su ausencia ardiente.
...
El final de todo será hermoso.
(Novena Elegía)

No hay comentarios: