lunes, 21 de julio de 2008

Piedra y sol (poemas elegidos Luis Antonio de Villena). Octavio Paz

  • Elegía interrumpida
    Hoy recuerdo a los muertos de mi casa
    Al primer muerto nunca lo olvidamos,
    aunque muera de rayo, tan aprisa
    que no alcance la cama ni los óleos.
    Oigo el bastón que duda en un peldaño,
    el cuerpo que se afianza en un suspiro,
    la puerta que se abre, el muerto que entra.
    De una puerta a morir hay poco espacio
    y apenas queda tiempo de sentarse,
    alzar la cara, ver la hora
    y enterarse: las ocho y cuarto.

    Hoy recuerdo a los muertos de mi casa.
    La que murió noche tras noche
    y era una larga despedida,
    un tren que nunca parte, su agonía.
    Codicia de la boca
    al hilo de un suspiro suspendida,
    ojos que no se cierran y hacen señas
    y vagan de la lámpara a mis ojos,
    fija mirada que se abraza a otra,
    ajena, que se asfixia en el abrazo
    y al fin se escapa y ve desde la orilla
    cómo se hunde y pierde cuerpo el alma
    y no encuentra unos ojos a que asirse...
    ¿Y me invitó a morir esa mirada?
    Quizá morimos sólo porque nadie
    quiere morirse con nosotros, nadie
    quiere mirarnos a los ojos.
  • Soliloquio de medianoche
    Dormía, en mi pequeño cuarto de roedor civilizado,
    Cuando alguien sopló en mi oído estas palabras:
    “duermes, vencido por fantasmas que tú mismo engendras,
    Y mientras tú deliras, otros besan o matan,
    Conocen otros labios, penetran otros cuerpos,
    La piedra vive y se incorpora,
    Y todo, el polvo mismo, encarna en una forma que respira”.

    A solas otra vez, toqué mi corazón,
    allí donde los viejos nos dijeron que nacían el valor y la esperanza,
    mas él, desierto y ávido, sólo latía,
    sílaba indescifrable,
    despojo de no sé qué palabra sepultada…
  • Cuerpo a la vista
    Y las sombras se abrieron otra vez y mostraron un cuerpo:
    tu pelo, otoño espeso, caída de agua solar,
    tu boca y la blanca disciplina de sus dientes caníbales,
    prisioneros en llamas,
    tu piel de pan apenas dorado y tus ojos de azúcar quemada,
    sitios en donde el tiempo no transcurre,
    valles que sólo mis labios conocen,
    desfiladero de la luna que asciende a tu garganta entre
    tus senos,
    cascada petrificada de la nuca,
    alta meseta de tu vientre,
    playa sin fin de tu costado.

    Tus ojos son los ojos fijos del tigre
    y un minuto después son los ojos húmedos del perro.

    Siempre hay abejas en tu pelo.

    Tu espalda fluye tranquila bajo mis ojos
    como la espalda del río a la luz del incendio.

    Aguas dormidas golpean día y noche tu cintura de arcilla
    y en tus costas, inmensas como los arenales de la luna,
    el viento sopla por mi boca y su largo quejido cubre con
    sus dos alas grises
    la noche de los cuerpos,
    como la sombra del águila la soledad del páramo.

    Las uñas de los dedos de tus pies están hechas del cristal
    del verano.

    Entre tus piernas hay un pozo de agua dormida,
    bahía donde el mar de noche se aquieta, negro caballo
    de espuma,
    cueva al pie de la montaña que esconde un tesoro,
    boca del horno donde se hacen las hostias,
    sonrientes labios entreabiertos y atroces,
    nupcias de la luz y la sombra, de lo visible y lo invisible
    (allí espera la carne su resurrección y el día de la vida
    perdurable).

    Patria de sangre,
    única tierra que conozco y me conoce,
    única patria en la que creo,
    única puerta al infinito.

  • Hermosura que vuelve
    En un rincón del salón crepuscular
    O al volver una esquina en la hora indecisa y blasfema,
    O una mañana parecida a un navío atado al horizonte,
    O en Morelia, bajo los arcos rosados del antiguo acueducto,
    Ni desdeñosa ni entregada, centelleas.

    El telón de este mundo se abre en dos.
    Cesa la vieja oposición entre verdad y fábula,
    Apariencia y realidad celebran al fin sus bodas,
    Sobre las cenizas de las mentirosas evidencias
    Se levanta una columna de seda y electricidad,
    Un pausado chorro de belleza.
    Tú sonríes, arma blanca a medias desenvainada.
    Niegas al sueño en pleno sueño,
    Desmientes al tacto y a los ojos en pleno día.
    Tú existes de otro modo que nosotros,
    No eres la vida pero tampoco la muerte.
    Tú nada más estás,
    Nada más fulges, engastada en la noche.
  • Biografía
    No lo que pudo ser:
    Es lo que fue.
    Y lo que fue está muerto.
  • Mi vida con la ola
    Nada conmueve tanto a las mujeres como la posibilidad de salvar a un hombre
  • Prisa
    A pesar de mi torpor, de mis ojos hinchados, de mi panza, de mi aire de recién salido de la cueva, no me detengo nunca. Tengo prisa. Siempre he tenido prisa. Día e noche zumba en mi cráneo la abeja. Salto de la mañana a la noche, del sueño al despertar, del tumulto a la soledad, del alba al crepúsculo. Inútil que cada una de las cuatro estaciones me presente su mesa opulenta. Inútil el rasgueo de madrugada de canario, el lecho hermoso como un río en verano, esa adolescente y su lágrima, cortada al declinar el otoño. En balde el mediodía y su tallo de cristal, las hojas verdes que lo filtran, las piedras que niega, las sombras que esculpe. Todas estas plenitudes me apuran de un trago. Voy y vuelvo, me revuelco, me revuelvo y me revuelvo, salgo y entro, me asomo, oigo música, me rasco, medito, me digo, maldigo, cambio de traje, digo adiós al que fui, me demoro con el que seré. Nada me detiene. Tengo prisa, me voy. Adónde? No sé, nada sé - excepto que no estoy en mi sitio.Desde que abrí los ojos me di cuenta que mi sitio no estaba aquí, donde yo estoy, sino en donde no estoy ni he estado nunca. En alguna parte hay un lugar vacío y ese vacío se llenara de mí y yo me asentaré en ese hueco que insensiblemente rebosará de mí, pleno de mi hasta volverse fuente o surtidor. Y mi vacío, el vacío de mí que soy ahora, se llenara de sí, pleno de sí, pleno de ser hasta los bordes.Tengo prisa por estar. Corro tras de mi tras de mi, tras de mi sitio, tras de mi hueco. Quien me ha reservado ese sitio? Como se llama mi fatalidad? Quién es y que es lo que me mueve y qué es lo que aguarda mi advenimiento para cumplirse y para cumplirme? No, sé. Tengo prisa. Aunque no me mueva de mi silla, ni me levante de la cama. Aunque dé vueltas e vueltas en mi jaula. Clavado por un hombre, un gesto, un tic, me muevo y remuevo. Esta casa, estos amigos, estos países, estas manos, esta boca, estas letras que forman esta imagen que se ha desprendido sin previo aviso de no se dónde y me ha dado en el pecho, no son mi sitio. Ni esto ni aquello es mi sitio.Todo lo que me sostiene y sostengo sosteniéndome es alambrada, muro. Y todo lo que salta mi prisa. Este cuerpo me ofrece su cuerpo, este mar me saca se saca del vientre siete olas , siete desnudeces, siete sonrisas, siete cabrillas blancas. Doy las gracias y me largo. Sí, el paseo ha sido muy divertido, la conversación instructiva, aún es temprano, la función no acaba y de ninguna manera tengo la pretensión de conocer el desenlace. Lo siento: tengo prisa. Tengo ganas de estar libre de mi prisa, tengo prisa por acostarme y levantarme sin decirme: adiós, tengo prisa.Octavio Paz, de Águila y Sol – 1949
  • Himno entre ruinas
    Coronado de sí el día extiende sus plumas.
    ¡Alto grito amarillo,
    caliente surtidor en el centro de un cielo
    imparcial y benéfico!
    Las apariencias son hermosas en esta verdad momentánea.
    El mar trepa la costa,
    se afianza entre las peñas, araña deslumbrante;
    la herida cárdena del monte resplandece;
    un puñado de cabras en un rebaño de piedras;
    el sol pone su huevo de oro y se derrama sobre el mar.
    Todo es dios.
    ¡Estatua rota,
    columnas comidas por la luz
    ruinas vivas en un mundo de muertos en vida!

    Mis pensamientos se bifurcan, serpean, se enredan
    recomienzan,
    y al fin se inmovilizan, ríos que no desembocan,
    delta de sangre bajo un sol sin crepúsculo.
    ¿Y todo ha de parar en este chapoteo de aguas muertas?

    ¡Día, redondo día,
    luminosa naranja de veinticuatro gajos,
    todos atravesados por una misma y amarilla dulzura!
    La inteligencia al fin encarna,
    se reconcilian las dos mitades enemigas
    y la conciencia-espejo se licúa,
    vuelve a ser fuente, manantial de fábulas:
    Hombre, árbol de imágenes,
    palabras que son flores que son frutos que son actos.

    El mismo tiempo
    Conmigo no empezó el mundo
    no ha de acabar conmigo
    Soy
    un latido en el río de latidos
    Hace veinte años me dijo Vasconcelos
    "Dedíquese a la filosolía
    Vida no da
    defiende de la muerte"
    Y Ortega y Gasset
    en un bar sobre el Ródano
    "Aprenda el alemán
    y póngase a pensar
    olvide lo demás"

    Yo no escribo para matar al tiempo
    ni para revivirlo
    escribo para que me viva y reviva
  • palpar
    Mis manos
    abren las cortinas de tu ser
    te visten con otra desnudez
    descubren los cuerpos de tu cuerpo
    Mis manos
    inventan otro cuerpo a tu cuerpo.
  • Himachal Pradesh 2
  • Lectura de John Cage
  • Nocturno de San Ildefonso
    El horizonte se ha vuelto acuático.
    Despeñarse
    desde la altura de esta hora:
    ¿morir
    será caer o subir,
    una sensación o una cesación?
    Cierro los ojos,
    oigo mi cráneo
    los pasos de mi sangre,
    oigo
    pasar el tiempo por mis sienes.
    Todavía estoy vivo.
    El cuarto se ha enarenado de luna.
    Mujer:
    fuente en la noche.
    Yo me fío a su fluir sosegado.
  • Hermandad
    Soy hombre: duro poco
    y es enorme la noche.
    Pero miro hacia arriba:
    las estrellas escriben.
    Sin entender comprendo:
    también soy escritura
    y en este mismo instante
    alguien me deletrea.
  • La vista, el tacto

    La luz nace mujer en un espejo,
    Desnuda bajo diáfanos follajes
    Una mirada la encadena,
    La desvanece un parpadeo;
  • Carta de creencia 2
    Las palabras son inciertasy dicen cosas inciertas.Pero digan esto o aquello, nos dicen.Amor es una palabra equívoca como todas.”
    ….
    no es la virtudpero nace de aquello que es la perfección- y los otros: una fiebre, una dolencia,un combate, un frenesí, un estupor,una quimera.
    El deseo lo inventa,
    Lo avivan los ayunos y las laceraciones
    Los celos lo espolean
    La costumbre lo mata.
    Un don,
    Una condena

    “Una llaga que es una rosa de resurrección
    ’Fatal espejola imagen deseada se desvanece
    Instante:reverso de la muerte,nuestra frágil eternidad
    Amar:hacer de un alma un cuerpo,hacer de un cuerpo un alma,hacer un tú de una presencia.
    Amar:abrir la puerta prohibida,pasajeque nos lleva al otro lado del tiempo.
    Amar es perderse en el tiempo,ser espejo entre espejos
    El tiempo es el mal, el instantees la caída; amar es despeñarse:caer interminablemente, nuestra parejaes nuestro abismo.
    Amar: una variación, apenas un momentoen la historia de la célula primigeniay sus decisiones incontables. Ejede la rotación de las generaciones.
    Transgresiónde la fatalidad natural,bisagraque enlaza destino y libertad,

No hay comentarios: