► “Fíjate, Juanjo, cauteriza la herida en el momento mismo de producirla”. Cuando escribo a mano, sobre un cuaderno, como ahora, creo que me parezco un poco a mi padre en el acto de probar el bisturí eléctrico, pues la escritura abre y cauteriza al mismo tiempo las heridas
► Qué mecanismo psicológico tan raro, y tan común, el que provoca el sentimiento de culpa y de pudor en la víctima y no en el verdugo.
► Comprendí que yo, finalmente, no era más que un escenario en el que había ocurrido cuando se relativa en El Mundo. La idea resultó enormemente liberadora. Quizá no seamos los sujetos de la angustia, sino su escenario; ni de los sueños, sino su escenario; ni de la enfermedad, sino su escenario; ni del éxito o el fracaso, sino su escenario… yo era el escenario en que se había dado el apellido Millás como en otros se da el de López o García.
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