jueves, 17 de agosto de 2017

Mientras agonizo - Faulkner

De vez en cuando se piensan cosas. No con demasiada frecuencia, sin embargo. Lo que es buena cosa. Pues el Señor quiere que obremos y no perdamos demasiado tiempo pensando, porque nuestro cerebro es como una pieza de relojería: no aguanta siempre en marcha. Es mejor cuando funciona siempre igual, cuando hace su tarea diaria y no usa ninguna de sus partes más de lo necesario.

Entonces sólo recordaba que mi padre decía que el sentido de la vida era prepararse para estar muerto mucho tiempo.

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