"Aun cuando uno ya no tenga apego por las cosas, sigue importando haberlo tenido; porque siempre fue por razones que los demás no comprendían... y bueno, ahora que estoy algo cansado para vivir con otros, estos viejos sentimientos del pasado, tan personales e individuales, me parecen -es la manía de los coleccionistas- muy valiosos" - Charles Swann Sodoma y Gomorra- Marcel Proust
Me doy cuenta de que camino demasiado deprisa, como si tuviera un destino, en vez de un punto de partida.
¿en virtud de qué hay que sacar todo a la luz y aclararlo? ¿Por qué conservar cosas, archivar la intimidad? ¿Por qué no dejar que treinta años de conversación compartida sean un remolino de cenizas en el aire? Que un tenga algo no significa que deba pasarlo. A veces perdiendo cosas se gana un espacio en donde vivir.
domingo, 7 de octubre de 2012
domingo, 30 de septiembre de 2012
El arte de amargarse la vida - Paul Watzlawick
Dice un aforismo notable que la madurez es la capacidad de hacer lo que está bien, aun cuando los padres lo recomiendan
Ovidio lo describe en su Ars amatoria: "Persuádete de que estás enamorado, y te convertirás en un amante elocuente... muchas veces el que empezó fingiendo, acabó amando de veras"
La profecía del suceso lleva al suceso de la profecía
It is better to travel hopefully than to arrive R.L. Stevenson
En la vida hay dos tragedias. Una es el no cumplimiento de un deseo íntimo; la otra es su cumplimiento. George Bernard Shaw
En los Demonios, Dostoievski "Todo es bueno..., todo. El hombre es desdichado porque no sabe que sea dichoso. Sólo por esto. ¡Esto es todo, todo! Quien lo reconozca será feliz en el acto, en el mismo instante...." Tan desesperadamente simple es la solución.
Ovidio lo describe en su Ars amatoria: "Persuádete de que estás enamorado, y te convertirás en un amante elocuente... muchas veces el que empezó fingiendo, acabó amando de veras"
La profecía del suceso lleva al suceso de la profecía
It is better to travel hopefully than to arrive R.L. Stevenson
En la vida hay dos tragedias. Una es el no cumplimiento de un deseo íntimo; la otra es su cumplimiento. George Bernard Shaw
En los Demonios, Dostoievski "Todo es bueno..., todo. El hombre es desdichado porque no sabe que sea dichoso. Sólo por esto. ¡Esto es todo, todo! Quien lo reconozca será feliz en el acto, en el mismo instante...." Tan desesperadamente simple es la solución.
domingo, 16 de septiembre de 2012
Lo improbable y otras novelas - Julián Rodríguez
Miedo de Raymond Carver
...Miedo de que el pasado regrese.
Miedo de que el presente tome vuelo.
....Miedo del teléfono que suena en el silencio de la noche muerta.
...Miedo de quedarme sin dinero.
Miedo de tener mucho, aunque sea difícil de creer.
....Miedo a llegar tarde y de llegar antes que cualquiera.
.....Miedo a no amar y miedo a no amar demasiado.
Miedo a que lo que ame sea letal para aquellos que amo.
Sintió que un puñado de recuerdos se agolpaban en su pecho y comenzaban a provocar algo que deseaba dejar dormido. No sabía que en la etimología de ese verbo, recordar, estaba todo su significado: poner en marcha el corazón.
La ironía es duda.
La única dificultad de la vida reside, propiamente, sólo en vivir según la autobiografía que uno se ha fijado. Günther Guben
El solitario no sólo se halla siempre unido a su recuerdo, no sólo es por completo incapaz de olvidar. La soledad también alimenta la imaginación: 'Si lo que se quiere es vivir tranquilo, se ha de estar ocupado exteriormente'. Es preciso, en efecto, huir de uno mismo, ya sea por medio del aburrimiento o incluso a través de angustias y aflicciones, a fin de encontrar una cierta paz. 'Mi error fue trata de llevar una vida plenamente interior con la esperanza de gozar de tranquilidad'. El solitario se ve afligido por el continuo trabajo de la imaginación. En la vida solitaria se nos muestra la auténtica angustia (¡Angst, palabra clave de la filosofía contemporánea!): quien se encuentra incapaz de olvidar el recuerdo, es también incapaz de cegar el vórtice de las imágenes. Massimo Cacciari, 'Soledad acogedora. De Leopardi a Celan'
...Miedo de que el pasado regrese.
Miedo de que el presente tome vuelo.
....Miedo del teléfono que suena en el silencio de la noche muerta.
...Miedo de quedarme sin dinero.
Miedo de tener mucho, aunque sea difícil de creer.
....Miedo a llegar tarde y de llegar antes que cualquiera.
.....Miedo a no amar y miedo a no amar demasiado.
Miedo a que lo que ame sea letal para aquellos que amo.
Sintió que un puñado de recuerdos se agolpaban en su pecho y comenzaban a provocar algo que deseaba dejar dormido. No sabía que en la etimología de ese verbo, recordar, estaba todo su significado: poner en marcha el corazón.
La ironía es duda.
La única dificultad de la vida reside, propiamente, sólo en vivir según la autobiografía que uno se ha fijado. Günther Guben
El solitario no sólo se halla siempre unido a su recuerdo, no sólo es por completo incapaz de olvidar. La soledad también alimenta la imaginación: 'Si lo que se quiere es vivir tranquilo, se ha de estar ocupado exteriormente'. Es preciso, en efecto, huir de uno mismo, ya sea por medio del aburrimiento o incluso a través de angustias y aflicciones, a fin de encontrar una cierta paz. 'Mi error fue trata de llevar una vida plenamente interior con la esperanza de gozar de tranquilidad'. El solitario se ve afligido por el continuo trabajo de la imaginación. En la vida solitaria se nos muestra la auténtica angustia (¡Angst, palabra clave de la filosofía contemporánea!): quien se encuentra incapaz de olvidar el recuerdo, es también incapaz de cegar el vórtice de las imágenes. Massimo Cacciari, 'Soledad acogedora. De Leopardi a Celan'
Verde agua - Marisa Madieri
Del mundo del trabajo, con los chicos ya bastantes crecidos, he sido devuelta a la libertad de mi casa y de mis días. En el humilde y variado trabajo cotidiano, los pensamientos pueden aflorar, organizarse, clarificarse. El tiempo, antes casi sin dimensiones, reducido a mero presente debido a una vida apresurada, acosada por un turbión de obligaciones, de alegrías robadas y de preocupaciones, ahora se despliega en horas livianas, se dilata y se arrellana, se puebla de resonancias y recuerdos que poco a poco se recomponen en forma de mosaico, emergiendo en pequeños remolinos de un magma indistinto que, durante largos años, se ha ido acumulando en un fondo oscuro y desatendido.
Pienso en mi madre cada vez con más frecuencia e intensidad. Las raíces de mi fuerza y de mi capacidad de no rendirme frente a las dificultades se hunden en su amor. La soledad, siempre al acecho incluso en una vida llena de afecto, y que hace tres años me desveló de improviso su rostro de Medusa, encuentra aún en ella su consuelo y su superación.
De algún modo me siento responsable de su felicidad y me pregunto si han recibido las armas y los instrumentos necesarios para hacer las elecciones conscientes, para ser aguerridos en las pruebas, fuertes en las desilusiones, generosos en el éxito, para amar y vivir en el significado.
Posfacio- Claudio Magris
Somos profundos, volvamos a ser claros. Estas palabras de Nietzsche pueden definir las páginas de Marisa Madieri.
Un año de escuela en Trieste - Giani Stuparich
¡Si hubiera Dios - masculló finalmente-, la vida no sería tan absurda! Yo, por lo demás pienso trabajar en las minas; cuanto más bajo tierra nos metemos, menos nubes dan vueltas en torno a nuestras cabezas.
Jezabel - Irène Némirovsky
"La felicidad es esto", se dijo y no retiró la mano. (...) Qué grato era ver un hombre a sus pies... ¿Qué había en el mundo mejor que el nacimiento de ese poder de mujer? Eso era lo que esperaba, lo que llevaba días presintiendo... El placer, el baile, el éxito no eran nada, palidecían ante aquella intensa sensación, ante aquella especie de mordedura interior. "¿El amor? -pensó-. ¡Oh, no! El placer, casi sacrílego, de ser amada..."
Confesión - Lev Tolstói
Para responder a la pregunta que todo hombre se plantea, "¿Qué soy? ¿Por qué vivo? ¿Qué debo hacer?", el hombre antes tiene que contestar a esta pregunta "¿Qué es la vida de toda esa humanidad desconocida para él, de la cual sólo conozco una ínfima parte durante un período de tiempo minúsculo?". Para comprender qué es él, el hombre primero debe comprender el entero misterio de la humanidad, una humanidad compuesta de hombres como él, que no se comprenden a sí mismos.
"No nos acercamos a la verdad sino en la medida que nos alejamos de la vida" dice Sócrates preparándose para morir.
Lo que se opone a ese tránsito a la nada -nuestra naturaleza- no es más que la voluntad de vivi (Wille zum Leben), de la que estamos constituidos nosotros al igual que nuestro mundo. Lo que tememos tanto de la nada, o lo que es lo mimos, nuestra voluntad de vivir, sólo significa que no somos nada más que esa voluntad de vivir y que no sabemos nada fuera de ella.
Ésas son las respuestas directas dadas por la sabiduría humana a la cuestión de la vida.
"La vida del cuerpo es un mal y una mentira. Por eso la destrucción de la vida del cuerpo es un bien y debemos desearla", dice Sócrates.
"La vida es lo que no debe ser, un mal; y el tránsito a la nada es el único bien", dice Schopenhauer.
"Todo en el mundo, la necedad, la sabiduría, la riqueza, la miseria, la alegría, el dolor, es vanidad y nadería. El hombre morirá, y nada quedará. Y esto es absurdo", dice Salomón
"Es imposible vivir sabiendo que el sufrimiento, el debilitamiento, la vejez y la muerte son inevitables; es preciso liberarnos de la vida y de toda posibilidad de vida", dice Buda.
"No nos acercamos a la verdad sino en la medida que nos alejamos de la vida" dice Sócrates preparándose para morir.
Lo que se opone a ese tránsito a la nada -nuestra naturaleza- no es más que la voluntad de vivi (Wille zum Leben), de la que estamos constituidos nosotros al igual que nuestro mundo. Lo que tememos tanto de la nada, o lo que es lo mimos, nuestra voluntad de vivir, sólo significa que no somos nada más que esa voluntad de vivir y que no sabemos nada fuera de ella.
Ésas son las respuestas directas dadas por la sabiduría humana a la cuestión de la vida.
"La vida del cuerpo es un mal y una mentira. Por eso la destrucción de la vida del cuerpo es un bien y debemos desearla", dice Sócrates.
"La vida es lo que no debe ser, un mal; y el tránsito a la nada es el único bien", dice Schopenhauer.
"Todo en el mundo, la necedad, la sabiduría, la riqueza, la miseria, la alegría, el dolor, es vanidad y nadería. El hombre morirá, y nada quedará. Y esto es absurdo", dice Salomón
"Es imposible vivir sabiendo que el sufrimiento, el debilitamiento, la vejez y la muerte son inevitables; es preciso liberarnos de la vida y de toda posibilidad de vida", dice Buda.
Arthur & George - Julian Barnes
¿Por qué la gente pensaba que el progreso consistía en creer menos, en vez de creer más y abrirse a un universo más extenso?
lunes, 13 de agosto de 2012
Libertad - Jonathan Franzen
- Id juntos, ilustres y felices ganadores, mientras lo sois. Cambiad vuestros regocijos con compañía. Yo, vieja tórtola, iré a suspenderme de alguna rama seca y allí lamentaré hasta el fin de mis días la pérdida de mi compañero, que nunca será hallado. El cuento de invierno
-Los cumplidos eran una especie de brebaje del que ella, inconscientemente, sabía que no debía tomar siquiera una gota, porque su sed de halagos era infinita
-Si hubiera tenido más conciencia de sí misma y prestado mínimamente la debida atención al mundo que la rodeaba, no se le habría dado ni la mitad de bien el baloncesto universitario. El éxito en el deporte es un espacio accesible sólo a la mente casi vacía.
- Eso es porque probablemente eres una persona buena de verdad. Lo quieres tal como es, no por cómo te hace sentir. Ésa es probablemente la diferencia entre tú y yo.
- Supongo que ya has pasado por la experiencia de sentir frustración ante personas que no son tan inteligentes como tú. Personas que no sólo son incapaces de reconocer ciertas verdades cuya lógica para ti es evidente, sino que además, se niegan a hacerlo. Y ni siquiera parece importarles que su lógica sea defectuosa. ¿Nunca has sentido esa clase de frustración?
-- Pero eso es porque son libres. ¿La libertad no es eso? ¿El derecho a pensar lo que uno quiere? Y sí, lo admito, a veces es un coñazo.
- Advirtió que las páginas sobre él le despertaban mucho más interés que las otras; confirmó su arraigada sospecha de que, en última instancia, las personas sólo quieren leer sobre sí mismas.
-Los cumplidos eran una especie de brebaje del que ella, inconscientemente, sabía que no debía tomar siquiera una gota, porque su sed de halagos era infinita
-Si hubiera tenido más conciencia de sí misma y prestado mínimamente la debida atención al mundo que la rodeaba, no se le habría dado ni la mitad de bien el baloncesto universitario. El éxito en el deporte es un espacio accesible sólo a la mente casi vacía.
- Eso es porque probablemente eres una persona buena de verdad. Lo quieres tal como es, no por cómo te hace sentir. Ésa es probablemente la diferencia entre tú y yo.
- Supongo que ya has pasado por la experiencia de sentir frustración ante personas que no son tan inteligentes como tú. Personas que no sólo son incapaces de reconocer ciertas verdades cuya lógica para ti es evidente, sino que además, se niegan a hacerlo. Y ni siquiera parece importarles que su lógica sea defectuosa. ¿Nunca has sentido esa clase de frustración?
-- Pero eso es porque son libres. ¿La libertad no es eso? ¿El derecho a pensar lo que uno quiere? Y sí, lo admito, a veces es un coñazo.
- Advirtió que las páginas sobre él le despertaban mucho más interés que las otras; confirmó su arraigada sospecha de que, en última instancia, las personas sólo quieren leer sobre sí mismas.
viernes, 3 de agosto de 2012
La tragedia de un personaje - Luigi Pirandello
Fuera preocupaciones.
- Creían que no tenía corazón, porque él no lloraba. Pero ¿acaso demostraba el llanto la intensidad del dolor? Lo único que demostraba era la debilidad del que sufre. Quien llora quiere hacer saber que sufre o quiere enternecer o pide consuelo y conmiseración.
- Toda la vida no era otra cosa que esto una preocupación, una serie de preocupaciones que había que quitarse de encima. Cualquier demora era una debilidad. .... Tenía en la cabeza la desazón, el frenesí de quitarse de encima toda preocupación, apenas asomaban a su mente como una ineluctable necesidad. .... No conseguía comprender que justamente para obedecer precismamente a aquella necesidad, estamos en la vida. ¿Era posible que no hubiera nada más que hacer? ¿Que hayamos venido a este mundo y estemos en él para esto?
Apreciáis por encima de cualquier cosa y no os cansáis nunca de elogiar la constancia de los sentimientos y la entereza de carácter. ¿Y por qué? ¡Pues siempre por la misma razón! Porque sois unos cobardes, porque tenéis miedo de vosotros mismos, es decir, de perder -cambiando- la realidad que os habéis dado, y de reconocer, por consiguiente, que ella no era más que una ilusión vuestra.
En el remolino. sobre la falta de remordimiento
Se veía temblar el aire como aliento de brasa.
La carretilla. sobre la necesidad de hacer locuras, aunque sean nimias
Ha pitado el tren. sobre la necesidad de tener una bocanada de aire, de la rutina
Las mayores penas y fatigas que nos toca sufrir en esta vida son siempre las que afrontamos para ponernos nosotros mismos la soga al cuello.
- Creían que no tenía corazón, porque él no lloraba. Pero ¿acaso demostraba el llanto la intensidad del dolor? Lo único que demostraba era la debilidad del que sufre. Quien llora quiere hacer saber que sufre o quiere enternecer o pide consuelo y conmiseración.
- Toda la vida no era otra cosa que esto una preocupación, una serie de preocupaciones que había que quitarse de encima. Cualquier demora era una debilidad. .... Tenía en la cabeza la desazón, el frenesí de quitarse de encima toda preocupación, apenas asomaban a su mente como una ineluctable necesidad. .... No conseguía comprender que justamente para obedecer precismamente a aquella necesidad, estamos en la vida. ¿Era posible que no hubiera nada más que hacer? ¿Que hayamos venido a este mundo y estemos en él para esto?
Apreciáis por encima de cualquier cosa y no os cansáis nunca de elogiar la constancia de los sentimientos y la entereza de carácter. ¿Y por qué? ¡Pues siempre por la misma razón! Porque sois unos cobardes, porque tenéis miedo de vosotros mismos, es decir, de perder -cambiando- la realidad que os habéis dado, y de reconocer, por consiguiente, que ella no era más que una ilusión vuestra.
En el remolino. sobre la falta de remordimiento
Se veía temblar el aire como aliento de brasa.
La carretilla. sobre la necesidad de hacer locuras, aunque sean nimias
Ha pitado el tren. sobre la necesidad de tener una bocanada de aire, de la rutina
Las mayores penas y fatigas que nos toca sufrir en esta vida son siempre las que afrontamos para ponernos nosotros mismos la soga al cuello.
miércoles, 2 de mayo de 2012
El Arte. Conversaciones imaginarias con mi madre - Juanjo Sáez
Mama, el arte es un tesoro que nos han robado. Solo los "intelectuales" pueden disfrutar del TESORO. LA ÉLITE de la CULTURA
Tanto en la vida como en el arte, muchas veces hay que escoger entre sentir o entender
Tanto en la vida como en el arte, muchas veces hay que escoger entre sentir o entender
lunes, 9 de abril de 2012
Amor, etcétera - Julian Barnes
- La confianza lleva la traición. Hasta se puede decir que la confianza la propicia.
- El tiempo es ruin, es cierto. Una criadita marullera, el tiempo. Arrastra los pies y te hace un mohín con el labio inferior la mayor parte de tu vida, y luego, en ese breve momento de la happy hour, el momento en que te bebes una margarita y en que el placer parece correr por cuenta de la casa, pasa zumbando como una camarera con patines
- Opinión sacada de un viejo hereje de Toulouse "Dios es perfecto; nada en el mundo es perfecto; por consiguiente nada del mundo fue creado por Dios"
- El otro día leyendo un libro, escrito por una mujer, y en algún sitio decía algo como que cada relación encierra los fantasmas o las sombras de todas las demás relaciones que no existen. Todas las alternativas abandonadas, las elecciones olvidadas, las vidas que podrías haber llevado y no lo has hecho. (...) De repente sentí un inmenso alivio por no haber abortado nunca. O esa, es una suerte; no tenía nada en contra del aborto cuando era más joven. Pero imagínate que lo piensas más adelante. Que piensas en lo que nunca ocurrió. Las alternativas abandonadas, las vidas no vividas. Ya es triste pensarlo en abstracto. Imagínate si hubieran sido reales.
- Sí creo que la vida es trágica. La vida es un proceso que inevitablemente pone al descubierto tus puntos flacos. Es también un proceso durante el cual eres castigado por tus acciones y deseos anteriores. No castigado justamente, -esto forma parte de lo que quiero decir cuando digo que no creo en los dioses-, sino castigado a secas. Anárquicamente, si se prefiere.
- Rara vez se nos perdona que seamos generosos.
- La inexpresable tristeza de las cosas
- Querer es desear, y también carecer. Se desea lo que no se tiene. ¿es tan sencillo como esto? ¿o puedes desear lo que ya has obtenido?
- Él me besó primero. Pero eso tampoco es una disculpa. Una mujer sabe guardar la distancia si no quiere que la besen.
Pulso - Julian Barnes
Viento del este
- Lo cierto es que nunca se le había dado muy bien lo de flirtear: nunca atinaba con las palabras adecuadas. Y tras el divorcio se le daba todavía peor, si eso era posible, porque no ponía el corazón en ello. ¿Dónde estaba su corazón? Una pregunta para otro día. El tema de hoy era el flirteo.
- ¿Y quién ha dicho que haya que hablarlo todo la primera semana?
- Siempre había sido urbanita, y su interés por el campo era en gran parte pragmático, un rebaño de ovejas no representaba para ella más que cordero asado.
- (...) En realidad lo he hecho (...) abrazar la religión (...). Alice estaba perpleja según su visión del mundo, todo era desolador, pero tenías que afrontarlo. Y no tenía mucho sentido modificar tus creencias a estas alturas. Pensó si debía responderle
- Si admito que he tenido celos, eso me convierte en un amiga mezquina. Y si digo que no, suena como si fuese tan petulante que no encuentro nada en tu vida o en tus libros capaz de provocarme celos.
- ¿Por qué algunas personas olvidaban lo que debían recordar y recordaban lo que harían mejor olvidando?
- Tal vez ése fuera el secreto del admirable e incansable aplomo de Alice. Cada pocos años trazaba una línea por debajo de las cosas pasadas y declinaba cualquier responsabilidad.
- Alice se puso a reflexionar sobre si era mejor tomarse la vida en serio o a la ligera. ¿O se trataba de una falsa antítesis, una simple forma de sentirse superior? Jane, según le parecía a ella, se tomaba la vida a la ligera hasta que algo se torció cuando empezó a buscar soluciones serias como Dios. Mejor tomarse la vida en serio y echar mano de soluciones ligeras. La sátira por ejemplo; o el suicidio. ¿Por qué la gente se agarraba tan rápido a la vida, esa cosa que se les concedía sin haberles consultado? Todas las vidas eran fracasos, tal como leía Alice el mundo, y la perogrullada de Jane de convertir el fracaso en arte era una ingenua fantasía.
- Te podrías apañar con el azote de una de esas viejas religiones punitivas. El ateísmo estoico es demasiado neutral moralmente para ti.
- ¡Un equipo para analizar la tierra! Justo lo que necesitaba. (...) Era un buen regalo, que apelaba -¿a qué exactamente?- tal vez a esa pequeña área de masculinidad que la erosión de las diferencias entres sexos propia de la sociedad moderna todavía no había eliminado. El hombre como cerebrito, como potencial cazador-recolector, como boy scout; un poco de cada uno de ellos. En su círculo de amistades, ambos sexos compartían la compra, la cocina, las tareas de la casa, el cuidado de los niños, la conducción del coche y el ganar dinero. Aparte de ponerse su propia ropa, no había casi nada que uno de los miembros de la pareja hiciese y que el otro no fuese igualmente capaz de hacer. E igualmente desease, o detestase, hacer. Pero un equipo para analizar la tierra, eso era sin ninguna duda cosa de chicos. La brillante Martha lo ha logrado de nuevo.
- El matrimonio era una democracia de dos
- Él era consciente de ese rasgo de su carácter, una tendencia a conformarse con lo aproximativo, lo que una airada novia que tuvo llamaba "simplemente ser increíble y jodidamente perezoso", una descripción que él siempre había valorado
- El matrimonio era una democracia de dos, excepto cuando hay empate, en cuyo caso desciende hacia la autocracia
- Mientras tomaban una copa, le dijo como quien no quiere la cosa: "un amigo mío me dijo el otro día que había caído en la cuenta de que ahora las mujeres usan más las manos mientras hacen el amor" Y esa mujer respondió: "bueno, tu amigo debe tener una polla muy pequeña. O no debe ser muy bueno usándola."
- Los chistes son una buena manera de hablar en serio. A menudo la mejor manera
- Si las mujeres supieran lo que dicen de ellas los hombres a sus espaldas, no les parecería muy alentador. Y si los hombres supieran lo que dicen de ellos las mujeres a sus espaldas.... -Se les marchitaría la polla. -Las mujeres pueden simularlo. Los hombres no. Es la ley de la selva. -La ley de la selva es la violación, no la simulación del orgasmo. -El ser humano es la única criatura que puede reflexionar sobre su propia existencia, imaginar su propia muerte y simular un orgasmo. No somos los elegidos de Dios por casualidad.
- Pete es un de esos que llevan la cuenta. Ya sabéis, del número de mujeres. Recordaba el día exacto en que llegó a la decena y el día en que alcanzó la cincuentena. -Bueno todos llevamos la cuenta -¿En serio? -Sí, yo recuerdo perfectamente cuando llegué a dos
- ¿Quién dijo aquello de que tenían opiniones contundentes débilmente argumentadas? A.J.P Taylor
- Su idea del sufrimiento es cuando una mujer no les corresponde con sexo a una invitación a cenar
- Sabía que no volvería. Pero las lágrimas no eran por eso, o por él, ni siquiera por ella, por sus recuerdos de pareja. Eran lágrimas por su propia estupidez. Y por su arrogancia. Había creído que podría revivir y empezar a despedirse. Había creído que el dolor podía aplacarse, o si no aplacarse, al menos conseguir que acelerase un poco su retirada, regresando al lugar en el que habían sido felices. Pero él no dominaba al dolor. El dolor lo dominaba a él. Y en los meses y años por venir, esperaba que el dolor le enseñase otras muchas cosas. Ésta era tan sólo la primera.
- No quiero que se trate de suerte. Si es una simple cuestión de suerte, no hay nada que yo pueda hacer.
- Yo no paraba de pensar: mamá se muere, pero papá la pierde. Pensé que si repetía la frase suficientes veces acabaría teniendo sentido. O impediría que sucediese lo que iba a suceder
- Cuánto más importante es el tema, menos se puede decir. No sentir, pero sí decir. Porque está tan sólo el hecho en sí mismo y tus sentimientos acerca de ese hecho.
Momentos estelares de la humanidad - Stefan Zweig
Cicerón
Bizancio. Mehmet-Constantino
En lo más puro del pecho palpita el afán
de a un ser más puro, desconocido y extraño,
entregarse agradecido, con total libertad,
penetrando el enigma del eterno Innombrado.
¡Lo llamamos devoción! De tal magnificencia
siento que participo cuando estoy con ella
...
Yo, que un día favorito de los dioses fuera,
me he perdido a mí mismo y al universo.
Pues me enviaron a Pandora como prueba,
rica en dones y aún más rica en riesgos.
Hacia sus labios dadivosos me impelieron,
y al separarme de ellos, me destruyeron.
La huida hacia Dios. Tolstoi
- En su tratado De senectute, instruirse él mismo acerca de que alguien realmente sabio debe aprender que la verdadera dignidad de la vejez y de su vida es la resignación.
- Ahora se ve obligado a permanecer inactivo, quiere aprovecharlo al menos en el sentido de la espléndida frase de Escipión, que de sí mismo dijo que nunca estuvo más activo que cuando no tuvo nada que hacer y nunca menos solo que cuando estaba solo consigo mismo
- Desarmado y sin ofrecer resistencia, brinda a los asesinos su anciana cabeza con estas grandiosas y sabias palabras: "Non ignoravi me mortalem genuisse". Siempre he sabido que soy mortal
Bizancio. Mehmet-Constantino
- El entusiasmo de los sitiados dura una sola noche. La oscuridad, llena de fantasías, excita siempre los sentidos y confunde a la esperanza con el dulce veneno de los sueños. (...) Pero también Mehmet es un soñador, claro está que de una especie distinta y mucho más rara, la de aquellos que con su tesón saben convertir sus sueños en realidad
- "si un pelo de mi barba supiera de mis pensamientos, me lo arrancaría" Mehmet
- Así de terrible es la venganza con quien, injustamente llamado, no supo aprovechar uno de esos grandes momentos que tan rara vez se presentan en la vida de los mortales. Todas las virtudes burguesas -la prudencia, la obediencia, el ahínco y la discreción-, todas ellas se funden impotentes en el ardor de uno de esos grandes momentos del destino que reclaman siempre al genio y quedan plasmados en una imagen duradera. Con desdén, ese momento decisivo rechaza al pusilánime. Y con sus brazos ardientes, como otro dios sobre la Tierra, enaltece sólo al audaz, elevándolo al firmamento de los héroes.
En lo más puro del pecho palpita el afán
de a un ser más puro, desconocido y extraño,
entregarse agradecido, con total libertad,
penetrando el enigma del eterno Innombrado.
¡Lo llamamos devoción! De tal magnificencia
siento que participo cuando estoy con ella
...
Yo, que un día favorito de los dioses fuera,
me he perdido a mí mismo y al universo.
Pues me enviaron a Pandora como prueba,
rica en dones y aún más rica en riesgos.
Hacia sus labios dadivosos me impelieron,
y al separarme de ellos, me destruyeron.
La huida hacia Dios. Tolstoi
- Quien comete el mal es más desdichado en su alma que aquel que lo soporta. Lo compadezco, pero no lo odio.
- Quien sacude nuestra conciencia, aunque sea con los puños, nos hace bien
- El no actuar oculta siempre una cobardía del alma. Hay que ser franco y claro
- No quiere representar egoísticamente los intereses de América, sino el beneficio de todos, pues el interés no une a los hombres, el interés los separa ("interest does not bind men together, interest separates men")
Estupor y temblores - Amélie Nothomb
- Es usted mi superiora, sí. No tengo ningún derecho, lo sé. Pero quería que supiera hasta qué punto me siento decepcionada. La tenía a usted en muy alta estima.
Soltó una carcajada elegante: - Yo no me siento decepcionada. No sentía ninguna estima por usted.
Si por algo merece ser admirada la japonesa -y merece serlo- es porque no se suicida. Conspiran contra su ideal desde su más tierna infancia. Moldean su cerebro: «Si a los veinticinco años todavía no te has casado, tendrás una buena razón para sentirte avergonzada», «si sonríes perderás tu distinción», «si tu rostro expresa algún sentimiento, te convertirás en una persona vulgar», «si mencionas la existencia de un solo pelo sobre tu cuerpo, te convertirás en un ser inmundo», «si, en público, un muchacho te da un beso en la mejilla, eres una puta », «si disfrutas comiendo, eres una cerda», «si dormir te produce placer, eres una vaca», etc. Estos preceptos resultarían anecdóticos si no la emprendieran también con la mente.
Porque, en resumidas cuentas, la estocada que, a través de todos estos dogmas incongruentes, se ha asestado a la nipona es que nada bueno debe esperar de la vida. No aspires a disfrutar porque tu placer te destruirá. No aspires a enamorarte porque no mereces que nadie se enamore de ti: los que te amarían te amarían por tu apariencia, nunca por lo que eres. No esperes que la vida te dé algo, porque cada año que pase te quitará algo. Ni siquiera aspires a una cosa tan sencilla como alcanzar la tranquilidad, porque no tienes ningún motivo para estar tranquila. Aspira a trabajar. Teniendo en cuenta tu sexo, existen pocas posibilidades de que puedas labrarte una buena educación, pero aspira a servir a tu empresa. Trabajar te hará ganar dinero, el cual no te proporcionará ninguna alegría pero al que eventualmente podrás recurrir, en caso de matrimonio, por ejemplo -porque no serás tan estúpida como para creer que alguien pueda interesarte por ti únicamente por tu valor intrínseco…Aparte de esto, puedes aspirar a llegar a vieja, lo que, no obstante, carece de interés, y a no conocer el deshonor, lo que constituye un fin en sí mismo. Aquí termina la lista de tus lícitas esperanzas.
Tiene dos años menos que usted. Según la tradición nipona, es la diferencia de edad perfecta para que sean anesan niobo, una esposa hermana mayor. Los japoneses piensan que éste es el mejor matrimonio: la mujer tiene justo un poco más de experiencia que el hombre. Así le hace sentirse cómodo.
Uno puede extasiarse sobre este recorrido inexorable de la divinidad hasta los retretes. Suele decirse de una cantante capaz de pasar de soprano a contralto que posee una amplia tesitura: me permito subrayar la extraordinaria tesitura de mis talentos, capaces de cantar en todos los registros, tanto en el de Dios como en el de Madame Pipí.
El antiguo protocolo imperial nipón establece que uno deberá dirigirse al Emperador con "estupor y temblores".
Aquella constatación me recordó la frase de André Maurois: "No hables demasiado mal de ti mismo: podrían creerte"
Soltó una carcajada elegante: - Yo no me siento decepcionada. No sentía ninguna estima por usted.
Si por algo merece ser admirada la japonesa -y merece serlo- es porque no se suicida. Conspiran contra su ideal desde su más tierna infancia. Moldean su cerebro: «Si a los veinticinco años todavía no te has casado, tendrás una buena razón para sentirte avergonzada», «si sonríes perderás tu distinción», «si tu rostro expresa algún sentimiento, te convertirás en una persona vulgar», «si mencionas la existencia de un solo pelo sobre tu cuerpo, te convertirás en un ser inmundo», «si, en público, un muchacho te da un beso en la mejilla, eres una puta », «si disfrutas comiendo, eres una cerda», «si dormir te produce placer, eres una vaca», etc. Estos preceptos resultarían anecdóticos si no la emprendieran también con la mente.
Porque, en resumidas cuentas, la estocada que, a través de todos estos dogmas incongruentes, se ha asestado a la nipona es que nada bueno debe esperar de la vida. No aspires a disfrutar porque tu placer te destruirá. No aspires a enamorarte porque no mereces que nadie se enamore de ti: los que te amarían te amarían por tu apariencia, nunca por lo que eres. No esperes que la vida te dé algo, porque cada año que pase te quitará algo. Ni siquiera aspires a una cosa tan sencilla como alcanzar la tranquilidad, porque no tienes ningún motivo para estar tranquila. Aspira a trabajar. Teniendo en cuenta tu sexo, existen pocas posibilidades de que puedas labrarte una buena educación, pero aspira a servir a tu empresa. Trabajar te hará ganar dinero, el cual no te proporcionará ninguna alegría pero al que eventualmente podrás recurrir, en caso de matrimonio, por ejemplo -porque no serás tan estúpida como para creer que alguien pueda interesarte por ti únicamente por tu valor intrínseco…Aparte de esto, puedes aspirar a llegar a vieja, lo que, no obstante, carece de interés, y a no conocer el deshonor, lo que constituye un fin en sí mismo. Aquí termina la lista de tus lícitas esperanzas.
Tiene dos años menos que usted. Según la tradición nipona, es la diferencia de edad perfecta para que sean anesan niobo, una esposa hermana mayor. Los japoneses piensan que éste es el mejor matrimonio: la mujer tiene justo un poco más de experiencia que el hombre. Así le hace sentirse cómodo.
Uno puede extasiarse sobre este recorrido inexorable de la divinidad hasta los retretes. Suele decirse de una cantante capaz de pasar de soprano a contralto que posee una amplia tesitura: me permito subrayar la extraordinaria tesitura de mis talentos, capaces de cantar en todos los registros, tanto en el de Dios como en el de Madame Pipí.
El antiguo protocolo imperial nipón establece que uno deberá dirigirse al Emperador con "estupor y temblores".
Aquella constatación me recordó la frase de André Maurois: "No hables demasiado mal de ti mismo: podrían creerte"
Balzac y la joven costurera china - Dai Sijie
Son hojas de ginkgo. Un árbol magnífico, plantado al fondo de un valle secreto, al este de la aldea de la sastrecilla. Hemos hecho el amor de pie, contra el tronco. Era virgen y su sangra ha caído al suelo, sobre las hojas.
Me ha dicho que Balzac le había hecho comprender algo: la belleza de una mujer es un tesoro que no tiene precio.
lunes, 26 de marzo de 2012
El loro de Flaubert - Julian Barnes
¿No será que la forma más segura de placer, es el placer de la ilusión? ¿Acaso hay alguien que necesite irrumpir en el desolado desván del cumplimiento?
Soy como los cigarros: para encenderme hay que chupar fuerte
Hay personas que tienen el corazón blando y el alma dura. Yo, por el contrario, tengo el alma blanda y el corazón áspero. Soy como un coco, que guarda su leche encerrada bajo varias capas lechosas. Para abrirlo hace falta un hacha ¿y qué es lo que te encuentras a menudo? Una especie de leche pasada.
Todo esto son ideas feas, y confío poco frecuentes en mi.
"El mayor sueño de la democracia consiste en elevar al proletariado hasta el nivel de estupidez de la burguesía" escribió Flaubert.
A veces el pasado es como un cerdo engrasado; a veces como un oso en su guarida; y a veces el simple vislumbre de un loro, un par de ojos guasones que te miran centelleantes desde el bosque.
Una vez dijo que para ser feliz había que cumplir tres requisitos previos -ser estúpido, ser egoísta, y gozar de buena salud- y que él no estaba seguro de cumplir más que el segundo. Él quería creer que la felicidad es imposible; esta creencia le proporcionaba cierto extraño consuelo.
La tristeza es un vicio.
El orgullo hace que anhelemos encontrar soluciones: soluciones, objetivos, causas finales; pero cuanto más se perfeccionan los telescopios, más estrellas aparecen.
Soy como los cigarros: para encenderme hay que chupar fuerte
Hay personas que tienen el corazón blando y el alma dura. Yo, por el contrario, tengo el alma blanda y el corazón áspero. Soy como un coco, que guarda su leche encerrada bajo varias capas lechosas. Para abrirlo hace falta un hacha ¿y qué es lo que te encuentras a menudo? Una especie de leche pasada.
Todo esto son ideas feas, y confío poco frecuentes en mi.
"El mayor sueño de la democracia consiste en elevar al proletariado hasta el nivel de estupidez de la burguesía" escribió Flaubert.
A veces el pasado es como un cerdo engrasado; a veces como un oso en su guarida; y a veces el simple vislumbre de un loro, un par de ojos guasones que te miran centelleantes desde el bosque.
Una vez dijo que para ser feliz había que cumplir tres requisitos previos -ser estúpido, ser egoísta, y gozar de buena salud- y que él no estaba seguro de cumplir más que el segundo. Él quería creer que la felicidad es imposible; esta creencia le proporcionaba cierto extraño consuelo.
La tristeza es un vicio.
El orgullo hace que anhelemos encontrar soluciones: soluciones, objetivos, causas finales; pero cuanto más se perfeccionan los telescopios, más estrellas aparecen.
lunes, 12 de marzo de 2012
Los hermanos Karamázov - Dostoyevski
En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo cae en la tierra no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto. Evangelio de San Juan, XII, 24
Aquella vieja, que por lo visto no era mala, pero a quien la ociosidad había hecho insoportablemente tiránica.
El que se miente a sí mismo y escucha sus propias mentiras llega a no distinguir ninguna verdad ni en su fuero interno ni a su alrededor, pues deja de respetarse a sí mismo y de respetar a los otros. (…) El que se engaña puede también sentirse ofendido antes que los demás. Pues ofenderse, a veces, es muy agradable ¿verdad? El hombre sabe que nadie le ha ofendido, que se ha forjado él mismo la ofensa y que ha mentido a fondo para darse tono. (Stárets Zosima)
Pues los hombres son creados para la felicidad, y quien es plenamente feliz tiene en verdad el derecho de decirse "he cumplido la voluntad de Dios en la tierra". (Stárets Zosima)
Experiencia del amor activo. Esfuércese por amar al prójimo de manera activa y sin cesar. A medida que avance en el amor, se irá convenciendo de la existencia de Dios y de la inmortalidad del alma. (…) (Stárets Zosima)
Si una cosa hay que podría enfriar inmediatamente mi amor activo por la humanidad no es otra que la ingratitud. En una palabra, puedo trabajar por una paga, exijo en seguida la paga, es decir, elogios, y que se me pague el amor con el amor. ¡de otro modo no soy capaz de amar a nadie! (…) (Mujer)
Sobre todo, evite la mentira, toda mentira, en particular la mentira consigo misma. Observe su mentira y no deje de mirarla cada hora, cada minuto. Evite también la repulsión hacia los demás y hacia sí misma: lo que en su interior le parezca malo, por el mero hecho de que lo vea usted en sí se purifica. Evite el miedo también, aunque el miedo nunca es más que la consecuencia de la mentira. No tema nunca su propia pusilanimidad en el logro del amor, ni siquiera tema demasiado los malos actos que en este sentido pueda cometer. Siento no poderle decir nada más alentador, pues el amor activo en comparación con el amor soñado es algo cruel y aterrador. El amor soñado anhela la proeza inmediata, que encuentra rápida satisfacción y quiere que todo el mundo la contemple. (Stárets Zosima)
Me decía que aún si perdiera la fe en la vida, en la mujer amada y en el orden de las cosas, aun si me convenciera de que todo es un caos maldito y, quizá, satánico, aunque me fulminaran todos los horrores de la desilusión humana, a pesar de todo, desearía vivir; ¡puestos los labios en esta copa ya no los quitaré hasta apurarla! (Ivan)
Sin duda algo, amar la vida antes que la lógica, como tú dices; sin duda alguna antes que la lógica, y sólo en este caso entenderé también el sentido de la vida. (Aliosha)
En el siglo XVIII hubo un viejo pecador que afirmaba: si no hubiera Dios, habría que inventarlo (Voltaire) (…) En cuanto a mí, hace tiempo que he decidido no pensar en si es el hombre quien ha creado a Dios o Dios al hombre (Ivan)
Nunca he podido comprender cómo es posible amar al prójimo. Es precisamente nuestro prójimo a quien es imposible amar; quizá podamos amar sólo a quienes están distantes. (…) La cuestión está en saber si esto depende de las malas cualidades de la gente os inherente a su naturaleza. A mi modo de ver, el amor de Cristo por el hombre es una especie de milagro imposible en la tierra. (Ivan)
No quiero hablar de los adultos porque aparte de ser repugnantes y no merecer amor, tienen, además, con qué desquitarse: han comido la manzana y han entrado en conocimiento del bien y del mal, y se han hecho semejantes a Dios. Y siguen comiéndola. En cambio los niños no han comido nada y no son culpables de nada. (…) Escúchame: me he referido sólo a los niños, para que resultara más evidente lo que decía. De las otras lágrimas humanas con que está empapada la tierra desde la corteza hasta su centro, no diré ni una palabra; adrede he reducido mi tema. Soy un gusano y confieso humildemente que no puedo comprender en lo más mínimo con qué objetivo están así las cosas ordenadas. Tenemos, pues, que los propios hombres son culpables: se les dio el paraíso, ellos quisieron la libertad y robaron el fuego de los cielos, sabiendo a ciencia cierta que serían desgraciados; por tanto, no son dignos de lástima. Pero, según mi lamentable entendimiento, terreno y euclidiano, lo único que sé es que el dolor existe y que no hay culpables, que una cosa se desprende de otra de manera directa y sencilla, que todo fluye y se equilibra, pero esto no es más que un absurdo euclidiano, yo lo sé y no puedo estar de acuerdo con vivir ateniéndome a él ¿Qué me importa a mí que no haya culpables y que yo lo sepa? Lo que necesito yo es que se castigue; de lo contrario, me destruiré a mí mismo. Y que el castigo se aplique no en el infinito, en algún tiempo y en algún lugar imprecisos, sino aquí, en la tierra, y que yo mismo lo vea. He tenido fe, quiero ver por mí mismo, y si cuando la hora llegue ya he muerto, que me resuciten, pues si todo ocurre sin mí, resultará demasiado ofensivo. No he sufrido yo para estercolar con mi ser, con mis maldades y sufrimientos, la futura armonía a alguien. (…)
Mientras me queda tiempo, procuro proteger mi posición y por esto renuncio por completo a la armonía suprema, que no vale las lágrimas ni de aquella sola niña atormentada que se daba golpes en el pecho con sus manitas, ¡y en su maloliente encierro rogaba al “Dios de los niños” con sus lágrimas imperdonables! Estas lágrimas no han sido expiadas. Han de serlo: de lo contrario, no puede haber armonía. Pero ¿cómo quieres expiarlas? ¿Acaso es posible? ¿Acaso por el castigo futuro? ¿Pero de qué me sirve el castigo, de qué me sirve el infierno para los verdugos, qué puede rectificar el infierno, cuando aquéllos han sido ya torturados? Y qué armonía puede haber si existe el infierno: lo que quiero yo es perdonar, abrazar, y no que se sufra más. Y si los sufrimientos de los niños han ido a completar la suma de sufrimientos necesaria para comprar la verdad, yo afirmo de antemano que la verdad entera no vale semejante precio ¡No quiero, en fin, que la madre abrace al verdugo que ha hecho despedazar a su hijo por los perros! ¡Que no se atreva a perdonarle! Si quiere, que perdone al torturador su infinito dolor de madre; pero no tiene ningún derecho a perdonar los sufrimientos de su hijo despedazado, ¡y que no se atreva a perdonar al verdugo, aunque la propia criatura se lo perdonara! Si es así, si las víctimas no se han de atrever a perdonar, ¿dónde está la armonía? ¿Hay en todo el mundo un ser que pueda y tenga derecho a perdonar? No quiero la armonía, no la quiero por amor a la humanidad. Prefiero quedarme con los sufrimientos sin castigar. Mejor es que me quede con mi dolor sin vengar y con mi indignación pendiente, aunque no tenga razón. Muy alto han puesto el precio a la armonía, no es para nuestro bolsillo pagar tanto por la entrada. Me apresuro, pues, a devolver mi billete de entrada. Y si soy un hombre honrado, tengo la obligación de devolverlo cuanto antes. Esto es lo que hago. No es que no admita a Dios, Aliosha; me limito a devolverle respetuosamente el billete.
- Esto es una rebelión –replicó Aliosha, en voz queda y bajando los ojos.
- ¿Una rebelión? (…) Háblame francamente, te invoco, responde: imagínate que tú mismo construyes el edificio del destino humano con el propósito último de hacer feliz al hombre, de proporcionarle, al fin, paz y sosiego; mas para lograrlo te es absolutamente necesario e inevitable torturar sólo a una pequeña criaturita (…) de modo que has de cimentar el edificio en esas lágrimas sin vengar; ¿estarías de acuerdo en ser el arquitecto, en esas condiciones? ¡Responde y no mientas!
- No, no estaría de acuerdo – contestó en voz baja Aliosha (…)
- ¿Y puedes tú admitir la idea de que la gente para la que construyes el edificio estuviera dispuesta a aceptar su felicidad a costa de la injustificada sangre de la criatura sacrificada y que, habiéndolo aceptado, viviera feliz por los siglos de los siglos?
- (…) has preguntado hace un momento: ¿existe en todo el mundo un ser que pueda perdonar y tenga derecho a hacerlo? Pues bien, este ser existe, y puede perdonarlo todo a todos y por todo, poque él mismo ha dado su sangre inocente por todos y por todo. Tú te has olvidado de Él, y es en Él, precisamente, en quien se sostiene el edificio.
El Gran Inquisidor
–¿Eres Tú, en efecto? Pero, sin esperar la respuesta prosigue –No hables, calla. ¿Qué podías decirme? Demasiado lo sé. No tienes derecho a añadir ni una sola palabra a lo que ya dijiste. ¿Porqué has venido a molestarnos?… Bien sabes que tu venida es inoportuna. Mas yo te aseguro que mañana mismo... No quiero saber si eres Él o sólo su apariencia; sea quien seas, mañana te condenaré; perecerás en la hoguera como el peor de los herejes. Verás cómo ese mismo pueblo que esta tarde te besaba los pies, se apresura, a una señal mía, a echar leña al fuego. Quizá nada de esto te sorprenda... (…)
En eso estriba el rasgo esencial del catolicismo romano, es como si dijeran: "lo has pasado todo al Papa; por tanto, ahora se encuentra todo en manos del Papa y es mejor que tú no vengas, no nos estorbes, por lo menos hasta la hora señalada" (…)
–El Espíritu terrible e inteligente – añade, tras una larga pausa –, el Espíritu de la negación y de la nada, te habló en el desierto, y la Escrituras atestiguan que te "tentó". No puede concebirse nada más profundo que lo que se te dijo e aquellas tres preguntas o, para emplear el lenguaje de la Escritura, en aquellas tres "tentaciones".No hay, te repito, un afán más vivo en el hombre que encontrar en quien delegar la libertad de que nace dotada tan miserable criatura. Sin embargo, para obtener la ofrenda de la libertad de los hombres, hay que darles la paz de la conciencia. El hombre se hubiera inclinado ante ti si le hubieras dado pan, porque el pan es una cosa incontestable; pero si, al mismo tiempo, otro se hubiera adueñado de la conciencia humana, el hombre hubiera dejado tu pan para seguirle. En eso, tenías razón; el secreto de la existencia humana consiste en la razón, en el motivo de la vida. Si el hombre no acierta a explicarse por qué debe vivir preferirá morir a continuar esta existencia sin objeto conocido, aunque disponga de una inmensa provisión de pan.
Hay sobre la tierra tres únicas fuerzas capaces de someter para siempre la conciencia de esos seres débiles e indómitos – haciéndoles felices – : el milagro, el misterio y la autoridad. Y tú no quisiste valerte de ninguna.
Cuando te dijeron, por mofa: "¡Baja de la cruz y creeremos en ti!", no bajaste. Entonces, tampoco quisiste someter al hombre con el milagro, porque lo que deseaba de él era una creencia libre, no violentada por el prestigio de lo maravilloso; un amor espontáneo, no los transportes serviles de un esclavo aterrorizado. En esta ocasión, como en todas, obraste inspirándote en una idea del hombre demasiado elevada: ¡es esclavo, aunque haya sido creado rebelde! Han pasado quince siglos: ve y juzga. ¿A quién has elevado hasta ti? El hombre, créeme, es más débil y más vil de lo que tú pensabas. (Gran Inquisidor)
El mundo ha proclamado la libertad, sobre todo en estos últimos tiempos, ¿y qué vemos en esta libertad suya? ¡Nada más que la esclavitud y el suicidio! El mundo dice: «Tienes necesidades; dales, pues, satisfacción, tienes los mismos derechos que las personas más nobles y ricas. No temas darles satisfacción, al contrario, hazlas aún mayores», tal es la doctrina actual en el mundo. En eso ven la libertad. ¿ Y qué resulta de este derecho a aumentar las necesidades? Por parte de los ricos, la soledad y el suicidio espiritual; por parte de los pobres, la envidia y el asesinato, pues el derecho de satisfacer las necesidades se lo han dado, mas sin indicarle todavía con qué medios. (Stárets Zosima)
Tú trabajas para todos, obras para el futuro. No busques nunca una recompensa, pues sin ella ya es grande la que tienes en esta tierra: la alegría espiritual que sólo el justo llega a alcanzar. (Stárets Zosima)
¿qué es el infierno? es el sufrimiento de no poder volver a amar jamás (Stárets Zosima)
En ciertos casos más honroso dejarse llevar por una pasión aunque poco razonable, inspirada por un gran amor, que resistirla a todo trance. Tanto más en la juventud, pues es de poco fiar y poco es lo que vale un joven que sea constantemente en exceso reflexivo.
¿se puede llamar creencia a lo que se impone por la fuerza? Además en el terreno de las creencias, las demostraciones, sobre todo las materiales, de nada sirven (Ivan)
Ah mon père (responde la pecadora). Ça lui fait tant de plaisir et à moi si peu de peine!
La sensación de la bajeza en la caída es tan necesaria a estas naturalezas violentas y desenfrenadas como la sensación de la más alta nobleza.
Júpiter te enfadas; esto quiere decir que no tienes razón.
Aquella vieja, que por lo visto no era mala, pero a quien la ociosidad había hecho insoportablemente tiránica.
El que se miente a sí mismo y escucha sus propias mentiras llega a no distinguir ninguna verdad ni en su fuero interno ni a su alrededor, pues deja de respetarse a sí mismo y de respetar a los otros. (…) El que se engaña puede también sentirse ofendido antes que los demás. Pues ofenderse, a veces, es muy agradable ¿verdad? El hombre sabe que nadie le ha ofendido, que se ha forjado él mismo la ofensa y que ha mentido a fondo para darse tono. (Stárets Zosima)
Pues los hombres son creados para la felicidad, y quien es plenamente feliz tiene en verdad el derecho de decirse "he cumplido la voluntad de Dios en la tierra". (Stárets Zosima)
Experiencia del amor activo. Esfuércese por amar al prójimo de manera activa y sin cesar. A medida que avance en el amor, se irá convenciendo de la existencia de Dios y de la inmortalidad del alma. (…) (Stárets Zosima)
Si una cosa hay que podría enfriar inmediatamente mi amor activo por la humanidad no es otra que la ingratitud. En una palabra, puedo trabajar por una paga, exijo en seguida la paga, es decir, elogios, y que se me pague el amor con el amor. ¡de otro modo no soy capaz de amar a nadie! (…) (Mujer)
Sobre todo, evite la mentira, toda mentira, en particular la mentira consigo misma. Observe su mentira y no deje de mirarla cada hora, cada minuto. Evite también la repulsión hacia los demás y hacia sí misma: lo que en su interior le parezca malo, por el mero hecho de que lo vea usted en sí se purifica. Evite el miedo también, aunque el miedo nunca es más que la consecuencia de la mentira. No tema nunca su propia pusilanimidad en el logro del amor, ni siquiera tema demasiado los malos actos que en este sentido pueda cometer. Siento no poderle decir nada más alentador, pues el amor activo en comparación con el amor soñado es algo cruel y aterrador. El amor soñado anhela la proeza inmediata, que encuentra rápida satisfacción y quiere que todo el mundo la contemple. (Stárets Zosima)
Me decía que aún si perdiera la fe en la vida, en la mujer amada y en el orden de las cosas, aun si me convenciera de que todo es un caos maldito y, quizá, satánico, aunque me fulminaran todos los horrores de la desilusión humana, a pesar de todo, desearía vivir; ¡puestos los labios en esta copa ya no los quitaré hasta apurarla! (Ivan)
Sin duda algo, amar la vida antes que la lógica, como tú dices; sin duda alguna antes que la lógica, y sólo en este caso entenderé también el sentido de la vida. (Aliosha)
En el siglo XVIII hubo un viejo pecador que afirmaba: si no hubiera Dios, habría que inventarlo (Voltaire) (…) En cuanto a mí, hace tiempo que he decidido no pensar en si es el hombre quien ha creado a Dios o Dios al hombre (Ivan)
Nunca he podido comprender cómo es posible amar al prójimo. Es precisamente nuestro prójimo a quien es imposible amar; quizá podamos amar sólo a quienes están distantes. (…) La cuestión está en saber si esto depende de las malas cualidades de la gente os inherente a su naturaleza. A mi modo de ver, el amor de Cristo por el hombre es una especie de milagro imposible en la tierra. (Ivan)
No quiero hablar de los adultos porque aparte de ser repugnantes y no merecer amor, tienen, además, con qué desquitarse: han comido la manzana y han entrado en conocimiento del bien y del mal, y se han hecho semejantes a Dios. Y siguen comiéndola. En cambio los niños no han comido nada y no son culpables de nada. (…) Escúchame: me he referido sólo a los niños, para que resultara más evidente lo que decía. De las otras lágrimas humanas con que está empapada la tierra desde la corteza hasta su centro, no diré ni una palabra; adrede he reducido mi tema. Soy un gusano y confieso humildemente que no puedo comprender en lo más mínimo con qué objetivo están así las cosas ordenadas. Tenemos, pues, que los propios hombres son culpables: se les dio el paraíso, ellos quisieron la libertad y robaron el fuego de los cielos, sabiendo a ciencia cierta que serían desgraciados; por tanto, no son dignos de lástima. Pero, según mi lamentable entendimiento, terreno y euclidiano, lo único que sé es que el dolor existe y que no hay culpables, que una cosa se desprende de otra de manera directa y sencilla, que todo fluye y se equilibra, pero esto no es más que un absurdo euclidiano, yo lo sé y no puedo estar de acuerdo con vivir ateniéndome a él ¿Qué me importa a mí que no haya culpables y que yo lo sepa? Lo que necesito yo es que se castigue; de lo contrario, me destruiré a mí mismo. Y que el castigo se aplique no en el infinito, en algún tiempo y en algún lugar imprecisos, sino aquí, en la tierra, y que yo mismo lo vea. He tenido fe, quiero ver por mí mismo, y si cuando la hora llegue ya he muerto, que me resuciten, pues si todo ocurre sin mí, resultará demasiado ofensivo. No he sufrido yo para estercolar con mi ser, con mis maldades y sufrimientos, la futura armonía a alguien. (…)
Mientras me queda tiempo, procuro proteger mi posición y por esto renuncio por completo a la armonía suprema, que no vale las lágrimas ni de aquella sola niña atormentada que se daba golpes en el pecho con sus manitas, ¡y en su maloliente encierro rogaba al “Dios de los niños” con sus lágrimas imperdonables! Estas lágrimas no han sido expiadas. Han de serlo: de lo contrario, no puede haber armonía. Pero ¿cómo quieres expiarlas? ¿Acaso es posible? ¿Acaso por el castigo futuro? ¿Pero de qué me sirve el castigo, de qué me sirve el infierno para los verdugos, qué puede rectificar el infierno, cuando aquéllos han sido ya torturados? Y qué armonía puede haber si existe el infierno: lo que quiero yo es perdonar, abrazar, y no que se sufra más. Y si los sufrimientos de los niños han ido a completar la suma de sufrimientos necesaria para comprar la verdad, yo afirmo de antemano que la verdad entera no vale semejante precio ¡No quiero, en fin, que la madre abrace al verdugo que ha hecho despedazar a su hijo por los perros! ¡Que no se atreva a perdonarle! Si quiere, que perdone al torturador su infinito dolor de madre; pero no tiene ningún derecho a perdonar los sufrimientos de su hijo despedazado, ¡y que no se atreva a perdonar al verdugo, aunque la propia criatura se lo perdonara! Si es así, si las víctimas no se han de atrever a perdonar, ¿dónde está la armonía? ¿Hay en todo el mundo un ser que pueda y tenga derecho a perdonar? No quiero la armonía, no la quiero por amor a la humanidad. Prefiero quedarme con los sufrimientos sin castigar. Mejor es que me quede con mi dolor sin vengar y con mi indignación pendiente, aunque no tenga razón. Muy alto han puesto el precio a la armonía, no es para nuestro bolsillo pagar tanto por la entrada. Me apresuro, pues, a devolver mi billete de entrada. Y si soy un hombre honrado, tengo la obligación de devolverlo cuanto antes. Esto es lo que hago. No es que no admita a Dios, Aliosha; me limito a devolverle respetuosamente el billete.
- Esto es una rebelión –replicó Aliosha, en voz queda y bajando los ojos.
- ¿Una rebelión? (…) Háblame francamente, te invoco, responde: imagínate que tú mismo construyes el edificio del destino humano con el propósito último de hacer feliz al hombre, de proporcionarle, al fin, paz y sosiego; mas para lograrlo te es absolutamente necesario e inevitable torturar sólo a una pequeña criaturita (…) de modo que has de cimentar el edificio en esas lágrimas sin vengar; ¿estarías de acuerdo en ser el arquitecto, en esas condiciones? ¡Responde y no mientas!
- No, no estaría de acuerdo – contestó en voz baja Aliosha (…)
- ¿Y puedes tú admitir la idea de que la gente para la que construyes el edificio estuviera dispuesta a aceptar su felicidad a costa de la injustificada sangre de la criatura sacrificada y que, habiéndolo aceptado, viviera feliz por los siglos de los siglos?
- (…) has preguntado hace un momento: ¿existe en todo el mundo un ser que pueda perdonar y tenga derecho a hacerlo? Pues bien, este ser existe, y puede perdonarlo todo a todos y por todo, poque él mismo ha dado su sangre inocente por todos y por todo. Tú te has olvidado de Él, y es en Él, precisamente, en quien se sostiene el edificio.
El Gran Inquisidor
–¿Eres Tú, en efecto? Pero, sin esperar la respuesta prosigue –No hables, calla. ¿Qué podías decirme? Demasiado lo sé. No tienes derecho a añadir ni una sola palabra a lo que ya dijiste. ¿Porqué has venido a molestarnos?… Bien sabes que tu venida es inoportuna. Mas yo te aseguro que mañana mismo... No quiero saber si eres Él o sólo su apariencia; sea quien seas, mañana te condenaré; perecerás en la hoguera como el peor de los herejes. Verás cómo ese mismo pueblo que esta tarde te besaba los pies, se apresura, a una señal mía, a echar leña al fuego. Quizá nada de esto te sorprenda... (…)
En eso estriba el rasgo esencial del catolicismo romano, es como si dijeran: "lo has pasado todo al Papa; por tanto, ahora se encuentra todo en manos del Papa y es mejor que tú no vengas, no nos estorbes, por lo menos hasta la hora señalada" (…)
–El Espíritu terrible e inteligente – añade, tras una larga pausa –, el Espíritu de la negación y de la nada, te habló en el desierto, y la Escrituras atestiguan que te "tentó". No puede concebirse nada más profundo que lo que se te dijo e aquellas tres preguntas o, para emplear el lenguaje de la Escritura, en aquellas tres "tentaciones".No hay, te repito, un afán más vivo en el hombre que encontrar en quien delegar la libertad de que nace dotada tan miserable criatura. Sin embargo, para obtener la ofrenda de la libertad de los hombres, hay que darles la paz de la conciencia. El hombre se hubiera inclinado ante ti si le hubieras dado pan, porque el pan es una cosa incontestable; pero si, al mismo tiempo, otro se hubiera adueñado de la conciencia humana, el hombre hubiera dejado tu pan para seguirle. En eso, tenías razón; el secreto de la existencia humana consiste en la razón, en el motivo de la vida. Si el hombre no acierta a explicarse por qué debe vivir preferirá morir a continuar esta existencia sin objeto conocido, aunque disponga de una inmensa provisión de pan.
Hay sobre la tierra tres únicas fuerzas capaces de someter para siempre la conciencia de esos seres débiles e indómitos – haciéndoles felices – : el milagro, el misterio y la autoridad. Y tú no quisiste valerte de ninguna.
Cuando te dijeron, por mofa: "¡Baja de la cruz y creeremos en ti!", no bajaste. Entonces, tampoco quisiste someter al hombre con el milagro, porque lo que deseaba de él era una creencia libre, no violentada por el prestigio de lo maravilloso; un amor espontáneo, no los transportes serviles de un esclavo aterrorizado. En esta ocasión, como en todas, obraste inspirándote en una idea del hombre demasiado elevada: ¡es esclavo, aunque haya sido creado rebelde! Han pasado quince siglos: ve y juzga. ¿A quién has elevado hasta ti? El hombre, créeme, es más débil y más vil de lo que tú pensabas. (Gran Inquisidor)
El mundo ha proclamado la libertad, sobre todo en estos últimos tiempos, ¿y qué vemos en esta libertad suya? ¡Nada más que la esclavitud y el suicidio! El mundo dice: «Tienes necesidades; dales, pues, satisfacción, tienes los mismos derechos que las personas más nobles y ricas. No temas darles satisfacción, al contrario, hazlas aún mayores», tal es la doctrina actual en el mundo. En eso ven la libertad. ¿ Y qué resulta de este derecho a aumentar las necesidades? Por parte de los ricos, la soledad y el suicidio espiritual; por parte de los pobres, la envidia y el asesinato, pues el derecho de satisfacer las necesidades se lo han dado, mas sin indicarle todavía con qué medios. (Stárets Zosima)
Tú trabajas para todos, obras para el futuro. No busques nunca una recompensa, pues sin ella ya es grande la que tienes en esta tierra: la alegría espiritual que sólo el justo llega a alcanzar. (Stárets Zosima)
¿qué es el infierno? es el sufrimiento de no poder volver a amar jamás (Stárets Zosima)
En ciertos casos más honroso dejarse llevar por una pasión aunque poco razonable, inspirada por un gran amor, que resistirla a todo trance. Tanto más en la juventud, pues es de poco fiar y poco es lo que vale un joven que sea constantemente en exceso reflexivo.
¿se puede llamar creencia a lo que se impone por la fuerza? Además en el terreno de las creencias, las demostraciones, sobre todo las materiales, de nada sirven (Ivan)
Ah mon père (responde la pecadora). Ça lui fait tant de plaisir et à moi si peu de peine!
La sensación de la bajeza en la caída es tan necesaria a estas naturalezas violentas y desenfrenadas como la sensación de la más alta nobleza.
Júpiter te enfadas; esto quiere decir que no tienes razón.
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