jueves, 10 de julio de 2008

La filial del infierno en la Tierra. Joseph Roth

  • Eso lo tengo aprendido del doctor Goebbles, si la mentira es descarada y cien por cien falsa, es creída
  • Sin embargo, me parece que no está perdido algo que podría prevenir frente al optimismo a quien se ve afectado por el antisemitismo desde el punto de vista físico y moral. Y es que según parece, la parte honesta de la humanidad, desde muy antiguo, no subestima la deshonestidad clara, manifiesta, pero sí la labilidad indiferente. La ley de la indolencia acústica, que ordena al oído del indiferente considerar también lo abstruso como al lógico y evidente tan sólo porque se repite con frecuencia, es poderosa. Es una ley natural. Y dondequiera que se proyecta cometer el mal, dondequiera que ocurre, no cabe duda de que la culpa es de los causantes. Pero los indiferentes siempre han contribuido a que el mal triunfe.
  • Fueron consecuentes sin más. No se les ocurrió que ser consecuente no protege frente a la insensatez.

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